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Todo una sola noche.

Todo pasando tan rápido.

Todo lo hacía tener retortijones de miedo y angustia.

Nunca había sentido tanta adrenalina en su cuerpo, tanto miedo y coraje llenando su ser, era diferente a ser atacado,era diferente a esa vez que atravez de la mandíbula de un demonio pudo ver su fin.

Era diferente de una manera tan abismalmente aterradora.

Era un miedo a perder algo más apreciado que la vida misma.

Ver a la persona que amas irse corriendo casi a la velocidad de tu misma vista es algo abismal, Kotetsu pudo ver como de un golpe Muichiro se fue siendo guiado por  Ginko con el aviso tan torturante de que el cuartel general estaba siendo atacado, era claro que sumamente angustiante.

Ya el día había llegado,
no hay retorno.

— 『Vamos Kotetsu, un poco más』 -Respirando agitado pensó, mientras corría con dirección a la finca de las mariposas, tenía conciencia que si había un lugar seguro en el que Muichiro lo buscaría, sería ahí.

Kotetsu nunca pensó correr tanto en su vida, ya ni la máscara importaba ciertamente, solo quería una respuesta y ser de ayuda en lo que se le fuera posible.

Si era cierto de que no era un simulacro, entonces estaba cerca de algo que cambiaría el rumbo de las cosas que llegó a conocer, tal vez esta viviendo el motivo de cofradía caer o tal vez también un milagro.

Sus piernas flaqueaban cada tanto pero ciertamente era lo que menos le podría llegar a preocupar.

Ahora mismo lo que su mente rondó era todo aquel momento en el qué llegó amar a esa persona quien no sabía si siquiera estaría vivo para el siguiente amanecer, aunque no le gustaba contemplarlo, era una posibilidad y eso era lo que más asustaba.

— Kotetsu, ¿qué hace aquí?! -Preguntó una de las niñas de la finca asustada, al ver como llegaba, dejando una caja de vendas en  las manos de un kakushi-

— Por favor, díganme en que puedo ayudar -Su voz agitada y su sudor podían marcar todo lo que recorrió desde la finca de la niebla a la finca de las mariposas.

— Usted está en estado gestante, no puede hacer esfuerzos! -Dijo esta misma empezandolo a empujar a cun cuarto como podía, mientras las otras niñas y la misma Aoi ayudaban a los Kakushis.

Los Kakushis estaban preparándose para las circunstancias en las que tendrían que encontrar a los cazadores, por esto mismo estaban equipados hasta los dientes de los suministros que fueran necesarios para donde fuesen ubicados en dado caso de que las cosas salgan mal.

— CAWWW! LOS CAZADORES FUERON MANDADOS A SEGUNDOS PLANOS, CAWW, PREPÁRENSE PARA LAS PRÓXIMAS INDICACIONES. -Aviso un cuervo que sobrevolo antes de irse por donde lelgo justamente.

— ¿Segundo plano? -Preguntó confundido un nervioso Kakushi.

— No lo se, ¡apuren el paso!, ¡No tardan en dar indicaciones para movernos! -Exclamó otro de los kakushi terminando de ponerse su mochila.

Entre tanto caos de ir y venir la niña antes de poder seguir empujando a Kotetsu se retiro de escena yendo a ayudar a otro de los miembros de la cofradía, y para no ser un estorbo se tuvo que hacer a un lado pegándose a una pared para dejar que pasarán sin estorbar.

Rápidamente su vista caótica cambió al escuchar un chistar de alguien, que parecía llamar la atención suya.

— Oye, niño, ven, necesito ayuda -Dijo uno de los Kakushis nervioso.

Unión por compatibilidad [Muitetsu] <Concluida>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora