Si yo no...

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Entre el silencio nocturno y el suave golpeteo de las cigarras no había mucho más relevante en el ambiente cálido de esa habitación, de nuevo en la madrugada solo en aquel nido de sábanas, almohadas y ropa cómoda.

Kiriya por la madrugada se fue antes antes de que siquiera Tokito llegará lastimosamente, Kotetsu pidió que este mismo se quedará un poco más, pero fue inútil de cualquier manera, el cachorro insistio tanto que fue para Kotetsu imposible detenerlo. Lo único medianamente bueno fue que aunque sea intento hacer lo mejor que pudo el tiempo que estuvo en la finca de la niebla para hacer sentir bien; Arrullarlo, contarle uno que otro chiste blanco de esos que tanto sabe y invitarlo a su nido para que este se relajará.

Aun así el semblante melancólico de este mismo permaneció todo el tiempo, no importando cuanto tratará de calmarlo, parecía una muñeca de porcelana para ser sinceros, aunque no daba ya miedo para Kotetsu, al principio le pudo haber dado miedo la presencia del cachorro de ojos morados y cabello oscuro por su manera tan correcta de ser casi como una muñeca inanimada, pero verlo llorar lo hizo ver abismales humano.

Pero al final de las cuentas no fue mucha la diferencia como hubieran querido.

A paso apresurado asi como llego se fue, aunque ciertamente supuso que sus padres si se daban cuenta de la ausenvia del menor se preocuparían por este mismo de que no haya llegado a casa, tal vez un rapto y en el peor de los casos, un ataque de un demonio sería algo que pensaríany el mismo Kotetsu como futuro padre no queria pasar por algo así, y por eso ya no se limitó a intentar frenarlo, quedando de nuevo Kotetsu solo.

El tiempo que pasaba en la soledad de su habitación fue el suficiente para que solo Kotetsu para acomodar sus pensamientos de manera momentánea, sinceramente seguía procesando muchas cosas en unos minutos, sin omitir el obvio asombro que aún en la cara tenía dibujado y algo de tristeza emocional en su pecho

Tenía mucho que pensar, tal vez madura, si.

Hay que pensar en lo que ya es obvio, el bebé que tenía en camino y como cuidaría de este mismo, temía ser mal padre y esas cosas, en general esto mismo era algo que era plenamente normal, tan normal como la maternidad, pero claro que hablamos de Kotetsu.

— ¿Y si es cierto...? -Preguntó Kotetsu al aire en el futón.

Tenía razón algunas veces las personas que le rodeaban, tal vez aún era muy joven.

Arrugó el entrecejo y apretó los labios.

— 『Kotetsu, no puedes decir tantas estupideces tan consecutivamente, eres inteligente para tu edad, valiente y fuerte, por esto te encomendaron esta misión』 -Suspiró frustrado y pataleando un poco.

No dejaba de ser Kotetsu, nunca dejaría de serlo  en realidad, era muy propio de él las rabietas cuando no se siente satisfecho por algo.

En este caso era él mismo.

— Kotetsu, ¿por qué sigues despierto?

Esa voz hizo erizar los bellos de toda parte de Kotetsu, y mirar lentamente a la entrada de la habitación, encontrando un semblante de regaño en unos ojos aqua profundos.

— Uh, bueno, una ardilla se metió y jugo conmigo, la acabo de sacar -Se excuso rápido sentándose en el futón.

El de ojos aqua solo relajo en semblante y se acerco, tomando la mano del contrario, era obvia la razón por la que estaba molesto, no le gustaba que se mal pasará el más joven de los dos.

— Uh, ya veo -El pilar de la niebla con suavidad acerco la mano del menor a su nariz y olió un poco- No hueles a Ardilla, de hecho, hueles a incienso y los cachorros del Oyakata.

Unión por compatibilidad [Muitetsu] <Concluida>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora