Carta nocturna

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Sería mentira decir que Kotetsu no se encontraba muy avergonzado después de aquel juicio, tenía 3 razones por las cuales tal vez nunca podría ver a los ojos de su amigo Muichiro de nuevo: Por admitir que sabe que lo vio semidesnudo, por casi meterlo en un problema que pudo haber sido expulsado de la cofradía y por último, hacer que perdiera 3 días de su descanso programado. Se sentía enormemente culpable, y más sabiendo que él mismo si por el fuera hubiera dejado que el pilar lo marcará, no era como si de todas maneras estaría enojado con él en dado caso de que sucediera, el le agradaba la compañía del pilar, su olor a hojas húmedas, brisa nocturna y musgo le era raramente sobrecogedor, no solo le hacía sentir calma, también seguridad y calor en el sentido de necesitarlo de manera en la que le era difícil no dejar de pensar en la sensación que le dejaba en el cuerpo.

Había ya antes olido a diferentes alfas, pero esta vez era diferente, era como si a pesar de no estar él, le era necesario aún tenerlo consigo.

– Bueno, tal vez si le mandó una carta... -Susurró para sí mismo mientras miraba la luna desde su futón.

Ahora nuestro calmado omega de nombre Kotetsu estaba en la finca de las mariposas para pasar esa noche ahí, pues mañana en la mañana tomaría retorno a casa, de noche era peligroso ir a la villa por el hecho de que podrían guiar a un demonio a la villa o ser atacado en el traslado, así que definitivamente no estaba nadie dispuesto a hacer eso. Claro que el ambiente en esa finca no era tan malo como él esperaría al tratarse como una especie de hospital y orfanato, aunque si le daba una mala sensación pensar en que puede estar ocupado un lugar ahí cuando podría haberse quedado en otro lugar.

Por ahora solo estaba pensando en como pedirle perdón al pilar de la niebla por lo que había pasado unas 4 horas atrás, pues así como apuntaba no podría dormir hasta redactar esa tan dichosa carta para tener la mente más en paz. Claro que también considero en devolver el dinero que inevitablemente le daría la organización producto a la sanción de Muichiro,  solo que no sabia como sin que se dieran cuenta, tampoco quería meterlo en más problemas de los que ya lo había hecho.

– Caww, carta, Kotetsu -Dijo un pájaro de pestañas largas mientras se posaba en la ventana abierta y entraba, acercándose donde estaba sentado el menor.

– Tú eres el cuervo de Muichiro, ¿no? -Preguntó con sorpresa al ver que el cuervo venía tan tarde en la noche.

El cuervo soltó la carta en la sábanas, para posteriormente morder el pelo del pequeño omega y jalarlo, estaba más en claro que la cuervo estaba celosa de Kotetsu y enojada por meter a su dueño en un problema.

– Auch, oye, ya entendí -Contestó en susurros y con dolor Kotetsu a la cuervo una vez lo dejó.

– Urgente leer, Caww-Dijo indignada pasándose a un lado del futón.

Kotetsu sin esperar más abrió el papel arrugado y lo leyó preocupado, esperando desde palabras de odio, de enojo o de un aviso de haber roto su amistad.

Claro que nada más lejos de lo que había en esa carta.

– "¿quieres ir a mi finca?, estoy preocupado por ti, estoy en el jardín de la finca, asómate"... – Leyó la carta el incrédulo Kotetsu, pero por lo menos ya sabía que no lo odiaba el pilar de la niebla.

Se levantó de su lugar de descanso y se dirigió a la ventana, para luego mirar afuera y ver que efectivamente abajo estaba el pilar mirando con dirección a su ventana, emocionando de una extraña manera al joven omega, que sin mucho se dirigió de puntillas al jardín, tratando de hacer el menor ruido posible para no delatar su paradero a las demás personas -En especial a las 3 niñas que lo tenían monitoreado al ser un invitado-.

– Kotetsu -Sonrió el pilar de ojos aqua al ver al ya antes nombrado llegar al jardín.

– E-estaba pensando en mandarte una carta -Pronunció acercándose a paso lento al estar descalzo.

Unión por compatibilidad [Muitetsu] <Concluida>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora