Recuerdos

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El pilar de la niebla llegaba a la casa del oyakata con tranquilididad guiado por su cuervo, ese día había sido citado únicamente él, por lo cual no se podía dar el lujo de no asistir o llegar fuera de la hora establecida, claro que no era como si planeaba llegar tarde de todas maneras, pero si que le levantaba la curiosidad saber si tendría una nueva misión por la que tuviera que ir solo o algo por el estilo, de igual manera no le tendría que extrañar que fuese así yes después de todo la vida se pilar siempre era así, claro que grande sería su sorpresa que le recibiría.

– 「La casa del patrón...」-Pensó el alfa joven de pelo negro y mechas azules mientras entraba a la residencia, siendo escoltado por una mujer que por su vestimenta rápidamente reconoció que se trataba de la limpieza del hogar.

Muichiro veía este lugar como una segunda casa, pues vivió el suficiente tiempo ahí mientras se preparaba para unirse a la cofradía, y no sólo eso, también llegó a conocer a las hijas del matrimonio, claro que varios de los recuerdos eran borrosos, solo lo reconocía por el olor marcado en su mente de seguridad que transmitía el omega -El Oyakata- y sus cachorros durante el tiempo que estuvo ahí.

El acogedor lugar le hacía tener pequeños recuerdos borrosos del tiempo en el que estuvo ahí, reconociendo con rapideza el pasillo que daba a su antigua habitación, no sin antes seguir a la servidumbre que lo llevaba a una habitación, que rápidamente reconoció como la habitación del patrón.

– Ya llego el joven Muichiro. -Dio aviso la señora de delantal, antes de hacer una pequeña reverencia y retirarse a seguir con sus labores

La puerta fue abierta por una alfa de cabello albino que rápidamente Tokito reconoció como Amane, la esposa del patrón, que con su sonrisa tranquila lo invito a pasar, cosa que acepto el pilar.

– O-Oyakata-sama -Murmuró Tokito mirando al Oyakata en cama, lo que veía no le tenía precio al dolor, sabía que estaba mal de salud, pero no pensó que tan rápido se había deteriorado.

– Muichitro... Mi niño, ven, toma asiento que quiero hablar contigo-Respondió con gentileza y intentado no forzar su voz para no preocuparse al más joven

El pilar de la niebla no lo pensó y se acerco, sentándose a un lado del futón con dolor de ver a otra persona que apreciaba mucho en esas condiciones, tal vez un beja vú le vino a la mente junto con una sensación algo desoladora, para nada era una sorpresa que desde el enfrentamiento con la luna superior se había vuelto sensible en muchos aspectos, pero ver a alguien que consideraba ya como su figura de autoridad y algo materna -por ser un omega- le era triste verlo en cama como alguna vez vio a su madre antes de morir.

– Oyakata-sama... -Habló con una pequeña voz temblorosa y soltando algunas fermonas saladas mientras miraba a su superior.

– Muichiro, un pajarito me dijo que tienes planes de contraer nupcias con un joven herrero, ¿no? -Preguntó con su voz calmada y soltando débiles fermonas para calmarlo.

Lo particular de la fermonas de lavanda y manzanilla del patrón, era que un poco de ellas era tan valiosamente relajante que su tenue voz era capaz de calmar a quien se quedará lo suficientemente cerca de él, era el don que oyakata poseía apesar de ser uno de los primeros líderes omegas en la compañía.

– Un pajarito... Si... Pero solo es- -Fue interrumpido nuevamente por una gentil voz.

– Muichiro, mi niño, cuando me vaya quiero irme sabiendo que estas en buenas y dulces manos...

[...]

Habían pasado unas 3 horas de aquella pequeña charla y Muichiro había aceptado pasar la noche en la misión Ubuyashiki, siendo invitado por los más jóvenes de la casa -las quintillizos- a acompañarlos a comer.

Unión por compatibilidad [Muitetsu] <Concluida>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora