Unión por compatibilidad [Muitetsu] <Concluida>

Sol radiante (fin)

Último capítulo.

Leer notas después del capítulo ♡.

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Hay cosas en nuestra vida que no podemos controlar.

—Yuichiro....

—Muichiro.

Dos hermanos se miraron. Uno con inquietud y lágrimas que adornaban su rostro joven y fruncido que solo se le atoraban las palabras de manera inquieta en su garganta, pero en manera paralela se encontraba una cara idéntica que con confusión y sorpresa miraba directamente a su hermano melancolicamente.

— ¿Morí? -Se le atoro como un trago amargo para el menor de los hermanos.

— No, aún así no deja de ser estúpido. -Habló acercándose a su gemelo.

La muerte no lo acompaño esta vez, pero, ¿qué hacía ahí?.

— Yuichiro...

— Muichiro, aún es muy pronto para estar aquí, tienes una razón para seguir aún, Kotetsu. -Habló firme abrazando a su gemelo llorando.

Melancolía pura era el sentimiento más preciso que se puede usar.

— Estoy inconsciente, ¿no?, aún tengo que volver. -Respondió inquieto ante sus últimas memorias antes de caer inconsciente.

— No, ya hiciste demasiado, estas siendo egoísta.

— ¿Egoísta?

— Si, egoísta, porque estas debatiendote entre la vida y la muerte gracias a tu esposo.

¿Gracias a Kotetsu?, ¿por qué siempre terminaba dañando a Kotetsu?, ¿era tan mal esposo?.

— ¿Él sabe que... Estoy así?

— No solo lo sabe Muichiro, él te vio, no seas egoísta y deja que él te tenga aunque sea 10 años más.

Pudo visualizar una imagen en su mente de aquella cara dulce y valiente hecho un mar de lágrimas y agonía por sus pésimas decisiones, entendía en su perfección las circunstancias que se tornan en sí totalidad a Kotetsu -después de todo era su esposo- y sabía más que nadie que aunque este mismo fuera la persona más fuerte mentalmente que conociera, también era muy joven como el y con la suficiente presión podía romperse.

Que egoísta era, dejaba a la persona que más amaba atrás de nuevo, pensó y tomó decisiones egoístas sin pensar en él dolor que podía dejar en el menor.

— Perdón, nunca fue mi intención -Sollozo suave abrazando a su hermano mayor.

— lo sé, nunca piensas bien, por favor, cuídate más.