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- Ahh, otra vez tenemos que estar así. -Jian Yi se quejo mientras mantenia sus puños arriba junto a otros dos chicos, de rodillas en aquel pasillo de la escuela mientras el mundo pasaba y los miraba con curiosidad, o pena. Frunció el ceño, mirando de reojo al culpable de aquello, He Tian.

Este sonreía libremente, no era la primera vez que su amigo los metia a todos en un problema y ahora la razón había sido estúpidamente ridícula. El tipo había traído un montón de películas porno, el profesor lo había descubierto y este se había defendido diciendo que ellos se las habían prestado. Cosa que era mentira, el albino y el castaño lo sabían, pero Zhan simplemente ya aceptaba su destino. Pero vamos, ¡Ni siquiera estaban en el mismo salón! Y de todos modos habían terminado puestos en el mismo saco.

- Tengo mucha hambre. -Lloriqueó Jian, siendo el unico que hablaba. Su amigo de cabellos castaños era muy callado al contrario de ellos dos, y He Tian sabía que si hablaba, iba a ser maldecido sin fin por el de cabellos largos.

Y no tenía ganas de escuchar tanta conversación.

Jian Yi bajó la cabeza, resignado, triste, hambriento, lleno de impotencia por haber repetido la misma escena más de diez veces, había llegado a casa con más de un reporte y aunque su mamá no era mala, le daba vergüenza la causa de cada una de estas veces.

Dio un pequeño brinco cuando algo tocó su frente, logro subir y ver a aquel amigo suyo con el que no era tan cercano.

- Es la quinta vez que logro verte por aquí. -las clases de aquel pelirrojo eran en el piso de abajo, la distribución de salones era rara pero ya todos estaban acostumbrados.

Mo Guan Shan, un pelirrojo que siempre traía fruncido el ceño, Jian Yi lo había conocido porque no servía la máquina de refrescos y Mo había golpeado esta. Ese día, Mo se había convertido en su salvador. Era de mal genio, alto, y siempre era seguido por un grupo de chicos llamandolo "hermano."

- ¡Pelirrojo! -Gritó, llamando la atención del castaño y el pelinegro que apenas dirigieron su mirar a aquella figura al frente de ellos. Los ojos del albino se habían iluminado como si hubiese visto un ángel ofreciendole una caja de jugo.

Jian Yi estaba harto, trataba de ignorar a aquel tipo pervertido siguiendole de un lado a otro, solo le quedaba aferrarse a su Xixi como si este le fuera a proteger de aquella bestia

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Jian Yi estaba harto, trataba de ignorar a aquel tipo pervertido siguiendole de un lado a otro, solo le quedaba aferrarse a su Xixi como si este le fuera a proteger de aquella bestia.

- Hey, hey, Jian Yi. -He Tian lo llamaba una y otra vez, exigiéndole atención.- ¿Quién era ese? ¿Cómo se llama?

Hizo una mueca de asco hacia Tian. Su amigo era un acaparador de atención, tenía a la mayoría de las chicas detrás y aún asi lo que le importaba ahora era la bonita cara de su pelirrojo. Si, Jian Yi adoptaba a sus amigos como suyos. Menos a He Tian.

- No se de quien hablas. -se hizo el tonto, buscando una mesa para él y sus acompañantes.

Desde el día anterior había recibido una oleada de mensajes por parte de aquel niño de papi, preguntandole el nombre de su amigo, el grado, el salón, por donde vivía, y un sin fin de cosas que Jian, no había contestado porque el tampoco sabía la mayoría.

Candies 4 Mo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora