Candies 4 Mo!

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— No puedo aceptarte en el equipo a estas alturas. —El entrenador le dijo aquello de forma tan dura que sentia como miles de flechas se clavaban en su corazón, rompiendole cualquier ilusión cuando el otro le volvió a poner los pies sobre la tierra.— El siguiente mes mis chicos tienen un partido, lo siento, chico, pero puedes ser una distracción ahora, ven aquí después de la competencia si te sigue interesando.

Salio de la sala de profesores con el alma hecha pedazos, casi arrastrandose después de tener que saber que tenia que esperar más para poder acercarse a Mo Guan Shan.  Si, tal vez estaba exagerando con todo lo que hacia pero para He Tian era más difícil llegar y saludar, buscar algun modo de platicar y despues besarse con el pelirrojo.

Su cuerpo arrastrana los pies mientras se tambaleaba, deprimido y dirigiendose a su salón mientras dramatizaba más a cada paso que daba. No fue hasta que se topo con una de sus fans que casi se estampa con él, había salido de aquel salon de la nada y He Tian debido a su balanceo casi casi abarcaba todo el pastillo.

— ¡Oh, He Tian! ¿Te sientes bien? —Bueno, por lo menos agradecía que fuera una fan normal y no aquellas locas que ya se le hubieran subido casi encima mientras trataban de "tomarle la temperatura".

— A mi... Yo no se lo que es estar con la persona que amo... —Habló en un tono bajo, sorprendiendo a la chica enfrente suyo quien se cubrio la boca asombrada, sintiendo pena por su Dios.— El amor no es para mi, así lo he sentido.

— Oh, He Tian... —Le siguió, dandole una palmada al pelinegro mientras trataba de buscar la manera de consolarlo.— Si necesitas ayuda, puedo ayudarte. —Aquello no le había llamado la atención hasta después de que fingió un sollozo, reincorporandose y sintiendo como se le prendía un foco.

— ¿Si? —Preguntó, volteando a los lados como si estuvieran hablando de algo confidencial.— Pero necesitaria discreción, okay... —Susurró, llamando aún más la atención de su seguidora quien asintio emocionada de poder ayudar a aquella cara de ángel.

La mujer abrio un pequeño libro de notas, mientras se encontraban sentados en una banca que parecía estar un poco escondida, ya que no había casi nadie circulando por ahí. Parecía estar más entusiasmada que él y eso le asustaba un poco.