Candies 4 Mo!

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Un partido. Básquetbol. Si a He Tian le hubieran dicho hace meses que estaría esperando ansiosamente ver a un hombre jugar básquetbol mientras tenia un ramo en sus manos, no lo hubiera creído. Pero desde que Mo Guan Shan había estado en su vista, no dudo ni un segundo en volverse completamente gay para su pelirrojo. Y ahora salía de aquel lugar junto con su equipo, con ese rostro delicado pero masculino, cabellos que tenia ganas de alborotar, y esa cara de enojo que tanto le atraía. Nunca se cansaría de ser un total simp con su bebé.

Su gatito. Su príncipe. Su princeso. Su rey, su vida, su mundo, galaxia. Luna, Sol, Mercurio, Venus, Tierra, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno. Su hombre. Lo que sea.

Había estado esperando impacientemente verlo, y ahora lo tenia tan cerca pero a la vez tan lejos, corriendo de un lado a otro, encestando ¡Uno!, ¡Dos! Dios Santo, por favor encéstamela a mi. Pensó. Pensamos. Todos aquí lo comprendíamos.
Era un deleite ver lo bueno que era y eso simplemente hacia crecer mas sus sentimientos, no era fan de los deportes, ¡Por supuesto que los jugaba y el también era bueno! Pero no era algo que le entusiasmaba, de hecho, nada lo hacía más que su chico.

Ya estaba todo planeado, vería el partido cuidando del ramo y diez segundos antes de que terminará el partido caminaría hacia donde los jugadores descansarían. Su duende le avisaría del momento exacto. 

Dios, le sudaban las manos, ¿A donde fue He Tian Don Conquistador? ¿Y si Mo Guan Shan lo veía raro? Se preocupó, pasando de una mueca de felicidad a una de disgusto. 

Fue incomodo, ¿No? 

Las palabras se repitieron en su mente, por supuesto, Mo era hetero. 

Oh, bueno, aunque varios amigos se regalaban ramos también. 

¿Cierto? 

¡Mo Guan Shan ganó! El equipo de Mo había ganado y lo sabia, no por nada el microfonito en su oído había retumbado con la voz de su amiga avisándole, no por nada ahora estaba ahí con una gran sonrisa mientras el equipo se acercaba a donde festejarían entre ellos. Pero vio aquella mirada fugaz, los ojos de Guan Shan dedicándole una mirada de reojo, primero volvió a ver a sus compañeros como si nada y como si fuera cuestión de reacción, volvió a voltear por curiosidad.