27. Dead Gardens

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Mientras Corlys, Laenor y sus capitanes debatían el curso de acción contra la Triarquia, algunas cartas llegaron a manos de Lucerys, en una Baela y Jace anunciaban su primer embarazo, además de sus planes para las futuras nupcias de su hermano con Aegon y Helaena, sabía que Jace amaba a Aegon por lo que realmente no le sorprendió esa parte; lo de Helaena sin embargo fue algo curioso de leer, pero al recordar lo que habia entre su tia y Baela todo tuvo sentido, después de todo ellas legalmente no podrían contraer matrimonio y ligarse por medio de Jace era la mejor oportunidad que tendrían de estar todo lo cerca que desearan sin llamar demasiado la atención.

La segunda carta que recibió era de su madre, dónde le informaba que enviaría a Daemon y Aemond a "pacificar" algunos Hightower insurrectos que se debatían la herencia de su casa después del vacío de poder que dejó la ejecución de los traidores que atentaron contra el derecho de su madre. Por último, Aemond escribió para hablarle de su viaje, lo mucho que deseaba verlo nuevamente después de un año sin saber de él y lo decepcionado que estaba por haber sido encomendado a una labor lejos cuando por fin tenía la posibilidad de verlo nuevamente.

—Partiremos en cinco días.— le dijo su padre apenas entró por la puerta, a veces hacía eso y Joff heredó el hábito, simplemente entraban sin tocar antes y decían lo que tenían de decir.

Lucerys guardó las hojas que acababa de leer dentro de un cajón y miró al mayor con una sonrisa. —Estaré listo.

Laenor le sonrió de vuelta, mucho más suave y afectuoso mientras se acercaba para acariciarle el cabello. —No puedo entender cómo crecieron para ser personas, hombres y príncipes tan magníficos, su madre debe ser la mejor, después de todo yo realmente nunca fuí el mejor modelo paterno y aún así... Mírate, tú y tus hermanos son mucho más de lo que cualquier hombre podría desear.

—Eres un buen padre.— le respondió, poniendose de pie y sujetando la mano de Laenor sobre su cabeza para que continuara con los mimos. —Nos cuidaste y amaste siempre, aún puedo recordar como nos enseñaste a pescar y cada canción de marineros la sé gracias a ti, aprendí a nadar por ti, recuerdo cada vez que me llevaste sobre tus hombros o cuando volamos en Seasmoke y también están todas esas veces que nos defendiste de los comentarios de bastardia por no parecernos a ti, no pude tener mejor padre y no reconozco a otro que no seas tú, aún cuando admire a Daemon y mi abuelo, siempre serás mi único y verdadero papá.

El moreno lo apretó en un abrazo que olía a sal y brisa marina, no importaba cuánto tiempo pasara, el calor de sus progenitores siempre lo hacía sentir cálido y seguro.

—Llevaremos a Seasmoke, Arrax y Silverwing frente a una flota de cien barcos, el Leviatán será el factor sorpresa.— informó Laenor después de que se separaran. —Joff y Rhaena insistieron por horas que los dejáramos apoyar, pero sus dragones aún son pequeños y no pienso arriesgarlos.

—Debió ser difícil convencerlos.

—Bastante en realidad, creo que lo único que los hizo retroceder fue esa mirada de mi madre y la encomienda de proteger Driftmark en nuestra ausencia, después de todo, la mayor parte de nuestros barcos se quedará fuera del conflicto.— continuó Laenor.

—Bueno, no conozco a nadie que se atreva ir en contra de la abuela, se ganó el puesto de Mano de la Reina por algo.— soltó entre risas. —Pero... Realmente me alegro de mantenerlos lejos de la batalla, el olor a cadáver, la sangre en el mar, los gritos y el miedo en el rostro de las personas a las que les arrebatamos la vida siempre estarán sobre nosotros, ellos no deben cargar con eso.

El moreno asintió, no pudo evitar que Jace y Luke fueran a la guerra pero al menos Joff debía permanecer fuera de esos horrores. Los siguientes días padre, hijo y nieto pasaron preparando la partida de su flota, Lucerys también fue encomendado para enseñarle los comandos básicos a Addam sobre el control de su dragón, en ese tiempo ambos desarrollaron una buena y tentativa amistad, el mayor era bastante receptivo al conocimiento y respetuoso ante las posición de Lucerys como heredero y principe, quien de igual manera lo trató con más respeto de que jamás le mostraron antes.

El día que partieron Seasmoke lideró el camino volando frente a sus embarcaciones con Silverwing y Arrax en los flancos traseros mientras la bestia marina se deslizaba debajo de las aguas. La nueva silla de montura para Arrax había sido fabricada con cuero negro, placas en forma de escamas al frente emulando la de Seasmoke pero el metal fue recubierto con esmalte negro y azul similar a las escamas del Leviatán, mientras que los manubrios figuraban cuernos, también había una placa plateada con el emblema Velaryon en el pecho del dragón.

Mientras más se acercaban a los Peldaños de Piedra más barcos divisaban, lo primero que hicieron fue "limpiar" un área adecuada para atrincherar a sus dragones y hombres, por lo que quemaron a cualquiera que se encontrara en su camino, justo en esa isleta rocosa donde años atrás los Velaryon y Daemon planearon su combate contra el Cangrejero. El avance los primeros días fue lento, el enemigo había instalado Escorpiones en puntos clave alrededor de las cuevas rocosas para evitar el acercamos de los dragones, sus barcos también los portaban así como catapultas enormes para hacerles frente a los ataques aereos, por lo que después de varios días de vuelo meticuloso lograron crear un plano sobre las posiciones aproximadas de tales armas.

Se creó un plan con el fin de mantener a los dragones lejos de posibles ataques, Lucerys iría por la noche contra los barcos en el Leviatán, mermando más de 60% de sus fuerzas y aislando al resto de enemigos dentro de lo Peldaños, que de ser necesario podrían ser atacados con agua, solo lo suficiente para hacer salir a las ratas de su escondite y cuando eso suciedieda los dragones podrían entrar en acción.

Según lo planeado Lucerys llamó al dragón marino en medio de la penumbra, la neblina bloqueaba la luz de luna y el barco de su padre mantuvo sus linternas apagadas para él, pocos hombres se habían atrevido a quedarse a bordo después de que se informara del plan, solo Laenor, Qarl, Alyn, Addam y otros marineros que seguían fielmente a Lucerys tuvieron la confianza de estar ahí en medio de la oscuridad mientras el muchacho escalaba la enorme cabeza de la bestia, Addam miró entre fascinado e intimidado su tamaño descomunal, esos enormes ojos dorados parecían brillar incluso en la oscuridad y el aire fresco que expulsaron las enormes fosas nasales batieron su cabello, a pesar de la aterradora visión el Leviatán no mostró ningún indicio de agresividad y se mantuvo completamente quieto hasta que Lucerys estuvo bien sujeto sobre su cabeza, solo entonces retrocedió y se hundió hasta solo dejar fuera del agua helada la parte superior de su cabeza.

A la lejania los presentes pudieron distinguir pequeñas lucecitas empañadas por la neblina, eran las linternas y antorchas de los barcos que se repartían por las aguas en alerta ante los posibles ataques, aunque por supuesto fue muy tarde para ellos cuando los gritos comenzaron a llenar el aire, eran solo pequeños susurros lejanos lo que escucharon los Velaryon mientras las luces poco a poco se apagaban y las aguas se mecian con más fuerza.

Para la mañana siguiente no había ni uno solo de los barcos de la Triarquia en pie, la madera rota flotaba en el agua junto a los cadáveres y uno que otro sobreviviente que se aferraba a los despojos o había logrado llegar a la orilla, dónde más partes de las embarcaciones habían sido arrastradas.

Stronger: Dragon of the seaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora