Capítulo I: Gran oportunidad.

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📍Lisboa, Portugal (2019)

Sus manos se paseaban por todo mi cuerpo, dejando suaves caricias sobre mi piel. Él no separaba su rostro de mi cuello, donde dejaba pequeños besos mientras mis uñas se enterraban en su espalda al sentir sus embestidas. Cada beso, cada caricia y roce de nuestros cuerpos me hacían sentir más amada por él.

Como en cada vez que uníamos nuestros cuerpos, acabamos exhaustos luego de haber llegado al punto máximo de placer. Él se dejó caer sobre mi pecho, mientras yo le acariciaba el cabello y ambos tratabamos de recobrar el ritmo de nuestras respiraciones.

Dejé reposar mis manos sobre su espalda. Cerré los ojos y me dediqué a respirar lentamente luego de recomponerme un poco. Él se abrazó a mí y soltó las mismas palabras que decía luego de cada vez que nos demostrábamos amor de ésta manera:

X: Te quiero Lau —dice con suavidad, dejando un pequeño beso en uno de mis pechos—.

Laura: Ya lo sé. Me lo dices todo el tiempo —murmuré con una sonrisa, sacándole una leve risita ronca a él—. También te quiero Félix —acaricié su cabello, y deposité un pequeño beso en su cabeza—

Al silencio se hizo presente en la habitación. Un silencio sumamente cómodo y relajante. Solo nuestras respiraciones eran las que hacían presencia en el lugar.

Nuestra relación era lo más hermoso que existía en mi vida. Con solo tenerlo a mi lado, me convertía en la persona más feliz del mundo. Cada beso, cada palabra, cada sonrisa y cada toque suyo, me daba ese vivaz necesario para mi felicidad.

Nunca antes alguien me había hecho sentir amada y especial como João me hacía sentir.

João: Me han ofrecido la oportunidad de jugar en España —confesó de la nada, posicionando su mentón sobre mi pecho para verme fijamente—.

Mis ojos conectaron con los suyos al instante y el silencio se hizo presente nuevamente, solamente que esta vez fue un silencio incómodo y tenso. Él no apartó sus ojos de mí, al contrario, se esforzaba para encontrar en mis ojos esas palabras que no podían salir de mi boca a causa de las multipliques emociones que mi cuerpo experimentaba.

Él sabía que lo que me acababa de decir me había hecho trizas el corazón.

João: He cerrado el contrato hoy en la mañana. Cuando acaben las vacaciones de verano me iré a Madrid —suspiró, y se levantó de mi pecho para sentarse en la cama—. No quise decirte nada antes, porque muchas veces pensé en no cerrar el contrato y renovar con el Benfica pero, ganaré mucho en ese club —apesar de la pena y tal vez el sentimiento de culpa que sentía, sus ojos jamás se desviaron de los míos—.

Laura: Hubiese sido mejor que me lo hubieras dicho antes, así me hubiese preparado psicologicamente para el día de tu partida a España —digo, mientras me sentaba en la cama para estar más cómoda y hablar seriamente—. Estaba confiada de que renovarías el contrato con el Benfica —murmuré, mientras negaba con la cabeza levemente y soltaba una sonrisa de lado con sarcasmo—.

João: Me ofrecieron la oportunidad de mi vida. Si me va bien, podré triunfar en España y convertirme en unos de los mejores —tomó mis manos—

Laura: Eres unos de los mejores aquí en Portugal —murmuré, mientras alzaba las cejas—.

Buscaba comprensión y tal vez apoyo de mi parte, pero en ese momento yo solo podía transmitirle el dolor y la falta de confianza por parte de él que me había hecho sentir, al no habermelo dicho antes.

João: Se trata de mi futuro Lau —susurró. Su necesidad de escuchar algo de mi parte se hacía mostrar en su tono de voz—.

Laura: Lo sé —solté en un susurro—. Sé que quieres superarte y crecer, y ten por seguro que yo jamás sería una tranca para tí en ninguno de tus sueños —le regalé una pequeña sonrisa, mientras acariciaba una de sus mejillas—. Solo espero que seas feliz en Madrid —susurré con dulzura, mientras me esforzaba para no llorar—.

João: No te despidas aún —quitó mi mano de su rostro y plantó un beso en ella—. Te prometo que en menos de lo que esperas, vendré por tí y serem---....—lo corté—.

Laura: No.

João: ¿Qué? —frunció el entrecejo y ladeó la cabeza. Ese "no" de mi parte había arruinado todos sus planes—.

Laura: No me prometas nada Félix —solté mis manos de las suyas—. Lo que digas ahora, en unos meses no valdrá nada —digo con seguridad, tratando de esconder el dolor que me causaban mis propias palabras—.

João: No entiendo —negó suavemente con la cabeza desviando la mirada—.

Laura: Lo siento, pero mi confianza no llega hasta Madrid —digo seriamente, con mis ojos en el futbolista—

Al escuchar mis palabras, su rostro cambió drásticamente. Estaba consiente de lo que había dicho y sabía que para él había sido algo bastante desagradable de escuchar. Llevábamos más de 1 año juntos, amándonos de todas las maneras existentes y demostrándonos ese respeto y esa confianza que toda persona desea en una relación. Desde que le dije aquel "si", me entregué a él en cuerpo y alma. Yo le pertenecía por completo.

Pero a pesar de todo mi amor, sabía que él no podría resistirse ante la tentación de las españolas y que más temprano que tarde, acabaría por unirse a otra mujer, practicando con ella las cosas que solo hace conmigo.

João: No puedo creer que estés diciendo eso —sonrió irónicamente—. ¿Te he dado razones para desconfiar de mi?

Laura: Nunca —afirmé con sinceridad—. Pero sé que tu vida cambiará totalmente luego que pises el aeropuerto de Madrid.

João: Pensé que confiabas en mí así como yo en tí —murmuró con enojo, mientras se levantaba de la cama y se empezaba a vestir—.

Laura: Confío en tí, pero es cuest--.. —me cortó—.

João: ¿Es cuestión de qué? Tú misma me lo has dicho, que tú confianza no llega hasta Madrid ¿Qué quieres? ¿Qué terminemos? —hizo una pausa un poco larga—.Bueno —la mandíbula le temblaba—.

Laura: ¿Bueno? —pregunté incrédula—.

João: Si, bueno —afirmó con furia—

Al ponerse la última pieza de ropa (que fue su camiseta), tomó sus cosas de la mesita de noche que estaba al lado de mi cama y antes de salir, expresó:

João: Dejaste el cargador de tu teléfono en mi coche, yo lo bajé y lo dejé en la mesa —antes de que dijera algo, salió de la habitación, soltando un portazo—.

Me quedé inmóvil en la cama, mientras mi mirada seguía clavada en la puerta. Su peor defecto había relucido nuevamente después de tanto tiempo: el orgullo. Cada vez que se dejaba dorminar por éste, nuestras conversaciones terminaban sin ninguna explicación, sin ningún fin congruente entre los dos.

Solté un gran suspiro y me estrujé la cara, mientras trataba de entender lo que acababa de pasar. En segundos habíamos pasado de decirnos "te quiero", a discutir y quedar en la nada.

Me dejé caer sobre la cama y cerré los ojos. Ese "bueno" en afirmación de su parte me había dejado bien en claro que nuestra relación había llegado a su fin. O por lo menos, íbamos a estar distanciados hasta que yo fuera a él y arreglara las cosas. Siempre era lo mismo: él se molestaba, yo iba a él y le rogaba y entonces todo estaba resuelto. Para poder estar bien con él, siempre me tocaba pedir disculpas por cosas que ni siquiera había llegado a hacer. Pero ésta vez no estaba dispuesta a repetir lo mismo.

Si él es orgulloso, yo lo soy aún más.















❤️❤️

Holaaa!

He vuelto con una nueva historia de nuestro bonito João Félix! 💗

Recordad que esto es un fanfinc, y que todos los acontecimientos son totalmente ficticios y sacados de mi imaginación.

Espero y la disfrutéis un montón ✨

Denle mucho amor a "Orgullo" y a "Leyes de Murphy" pliiss 🙏🏻❤️❤️

Orgullo [João Félix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora