Magna

Capítulo 7

Capítulo 7

En cuanto terminé de explicarle a Rafael lo que iba a ocurrir, él corrió hacia las ventanas más cercanas. No le preste atención. Mis manos temblaban. Tengo mucho miedo. ¿Qué se supone que debemos hacer? Estamos atrapados aquí.

- Oye... Niña. - Regresó Rafael a mi lado.- Aitana.

Pude enfocar de nuevo a sus ojos. Limpie con algo de rudeza mis mejillas. Que un extraño te vea llorar es vergonzoso. Sentí unos dedos que rozaban mi rostro con sumo cuidado. Estaba tocando mi rostro como si se fuera a romper en cualquier momento. Limpió mis lágrimas y luego habló.

- Debemos salir de aquí. - Dijo con voz suave. - Eso es lo que tu amigo quería.

Asentí ligeramente. Él se puso de pie y me extendió una mano para ayudarme. La acepté, con mi mente aún como un tornado de emociones, recuerdos y dudas. ¿Habría alguna posibilidad de que Rey no esté...?

- Dijeron...- Trague para aliviar en nudo en mi garganta. - ¿Escuchó algo más cuando le di mi teléfono?

- No se entendía bien. Solo voces de fondo antes de cortar. - Respondió después que me ayudo a levantarme. - ¿Dónde estaba tu amigo?

- En el Casino, creo. - Murmuré en voz baja.

- Eso explica todo. - Vi como Rafael se encaminaba hacia el aula donde estaban todos los sobrevivientes.

Le seguí a paso lento. Mientras intento dejar de llorar y organizar mis pensamientos. Tenemos que salir de aquí como sea, o todo será en vano. Moriremos si no salimos de la ciudad antes de las 8:00.

- ¿Por qué lo dice?

- Por los mafiosos. - Responde al llegar a la puerta como si fuera muy obvio.

- ¿Mafiosos? - ¿Aquí en Magna? Se que hay gente con negocios turbios en el puerto. El casino es un lugar de apuestas y fiestas. Pero no creo que llegue al punto de una organización.

- Si. - Respondió como si fuera obvio.- De donde crees que sale toda la prosperidad de esta ciudad, si no es de sus negocios.

Miramos dentro del aula. Todos seguían durmiendo en calma. Pero creo que eso terminaría pronto. Hay que salir de aquí. No había tiempo que perder.

- Supongo que tu amigo se metió en el negocio equivocado. - Dijo como si fuera obvio.

- Él lo necesitaba. - Intente justificar a King.- Solo estaba allí para tener información. No tenía ningún negocio, ni...

- Lamento tu pérdida. Pero tu amigo se metió con las personas equivocadas. Por eso lo eliminaron cuando dejó de ser útil.

Quería explicarle que no era así. Al menos no exactamente así. Pero Rafael tenía algo que agregar, y yo aun sentía un nudo en la garganta por todo lo que estaba pasando.

- Mira el lado bueno. Tu amigo acaba de salvar a veintidos personas.

Sin más entró al aula para despertar a todos. Sentí una presión que ahogaba mis sentidos. Ira. Tristeza. Dolor. Tantas emociones a la vez. Entiendo su punto. Pero eso no calma mi desdicha. Él no conoce a King para dictar una sentencia apresurada a su propio beneficio. Luego de respirar descubro que estaba apretando mis dientes, tanto que dolía. Respire un par de veces más antes de reunirme con el grupo.