Capítulo 1 El Llamado de los Ángeles

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Templo Zeno Sama, 20 años después de los eventos del torneo de poder.

—Gran Zeno Sama, creo que el momento ha llegado—, diría Daishinkan mientras observaba de manera sería y nerviosa un orbe mágico negro el cual parecía resquebrajado.

—"Entonces llámalos a todos, la guerra se acerca"— respondería Zeno Sama con seriedad.

En la tierra.

Gokú como siempre estaba trabajando en sus campos, lo acompañaban sus dos hijos que lo habían visitado, ya tenía alrededor de 65 años, pero gracias a su raza apenas se veía como alguien en sus 30, Gohan se veía incluso un poco mayor que el, no había, al igual que Goten heredado esa característica de su padre, hace poco que Milk le había pedido el divorcio, no por razones de convivencia, sino por la diferencia visual que se notaba entre ambos, para Milk era injusto y a la vez complejo tener un esposo que parecía su hijo , Gokú se había negado pero aún seguían con los problemas.

En eso mientras descansaban, apareció Whiss, el ángel no estaba acompañado por Bills.

—¡Whiss! que gusto verte— diría el sayayín—, ha pasado mucho tiempo, cuéntame, que te trae por aquí y ¿Dónde está el sr. Bills?

—El sr. Bills está bien— diría el ángel—, el motivo de mi visita es uno más urgente, les pido que me acompañen, iremos a la Corporación Cápsula con el sr. Vegeta y el sr. Broly.

—¿Ha ocurrido algo malo?— Preguntaría Gohan.

—"Si"— diría el ángel con semblante serio—, les explicaré cuando estemos todos juntos, por lo que les pido me acompañen ahora.

Así todos irían a la corporación Cápsula, en el camino pasarían a buscar a Picoro, a Ub y Broly quien se había asentado en la tierra hace varios años.

Ya en la corporación se encontraron con Vegeta, Trunks y el androide Gamma uno.

—¿Qué ocurre?— preguntaría Bulma, ya tenía más de 65 años pero se conservaba y veía más joven para su edad. Ella al igual que Milk, también estaba complicada con la naturaleza de los sayayines, aunque se mantenía en mejor forma, la diferencia ya se notaba bastante.

—Muy bien— diría Whiss. Ustedes son algunos de los guerreros más fuertes de este universo, sin dudas la tierra está bien protegida gracias ustedes y a sus androides Sra. Bulma, pero ahora es el multiverso el que está en peligro.

—¿El multiverso?— Dirían varios al unísono.

—Si, de hecho en este mismo momento todos los ángeles estamos reclutando a los guerreros más fuertes de cada universo, ya que pronto estaremos envueltos en una batalla la cual decidirá la extinción de todo ser vivo, y cuando digo todos, es todos, incluso los dioses y los ángeles e incluso el gran Zeno Sama.

Todos estaban en silencio, sin lugar a dudas una batalla que arriesgue el destino de todos los seres de todos los universos era para dejar en silencio a cualquiera, más incluso cuando el propio Zeno Sama estaba incluido entre quienes estaban en peligro.

—¿Pero que rival es tan grande como para poner en peligro al mismo Zeno Sama?—, serían las palabras de Gokú.

—Les contaré una historia—, diría Whiss.

—En el inicio de los tiempos, cuando aún no existían los 18 universos, Zeno Sama inició la creación con sus dos hijos, Daizenos y Zarama.

—¿Zarama?— preguntaría Picoro.

—Posiblemente lo conozcas de sus leyendas, el fue el padre de los Namekuseiyin— diría Whiss.

—A ellos le encargó la misión de poblar de vida los universos que Zeno Sama iba creando, así fue que nacieron las diferentes razas en estos, por ejemplo los Sayayín, terrícolas, Namekuseiyin, Yadarat y muchas otras.

Dragon Ball La Última BatallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora