Enfermo de amorHace dos años que entré a trabajar a las instalaciones de Verde Valle, soy doctora general del Club Deportivo de Guadalajara.
Estaba tranquila llenando algunos pápeles de los chicos, cada cierto tiempo se hacen chequeos y justo ahora estaba revisando los resultados de algunos.
TOC TOC TOC.
Se escuchó que golpearon la puerta.
- Adelante. - Digo con lo vista aún fija en los pápeles.
- Hola, Doctora.
Levanto mi vista y veo a Pocho siendo cargado por Pollo y por Cone.
- ¿Ahora qué te pasó, Guzmán? - Le digo con una sonrisa.
- Se torció el pie, y queremos ver si no es un esguince. - Dice Cone Brizuela.
- Déjenlo en la camilla, ahora lo reviso. - Me levanto de mi lugar y me acerco a ellos. - Se pueden retirar, cualquier cosa les aviso.
- Sí, todo va a estar bien, cabron. - Le dice Pollo dándole ánimos.
- Cuéntame, Víctor. - Me agacho para quitarle los zapatos y poder revisarle mejor el pie. - ¿Cómo pasó?
- Pues estábamos jugando unas retas, intenté barrerme y pues... Valió.
Comencé a palpar su tobillo, efectivamente, un esguince, pero no uno grave.
- Pues tú jugada te salió muy mal, tienes un esguince de primer grado, te daré medicamentos para el dolor y la inflamación, te pondré un vendaje y tomarás reposo de cuatro semanas.
- ¿Cuatro semanas? Pero va a ser el clásico nacional. - Dice indignado.
- Sé lo mucho que te gustan jugar los clásicos, pero tendrás que aguantar. - Digo tomando todo lo necesario para el vendaje. - En un rato te haré un justificante para que se lo entregues a Gago.
- Pues ya qué. - Dice cruzando los brazos.
Yo estaba bastante concentrada con lo de su pie, pero me di cuenta que su mirada no se quitaba de mí. Quise pensar que era porque estaba viendo como le ponía las vendas.
Hasta que habló.- Mariana...
- ¿Sí?
- Creo que estoy enfermo.