04 Erick Gutiérrez

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Canela

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Canela

Estaba colocándome bloqueador solar en mi cuerpo, mis amigas y yo estábamos de vacaciones en Cancún y estábamos por irnos a la playa.

- ¿Ya estás lista, Vane? - Me pregunta Jocelyne.

- Ya voy, ya voy.

- Pues Jenny y yo nos vamos adelantando, nos alcanzas.

- Ok, ok, las alcanzo.

Toman sus cosas y se van.
Yo me tardé como diez minutos más y al fin salgo de la habitación. Para llegar a la playa tenía que pasar por el Lobby del Hotel, me topé con un montón de gente. Había mucha seguridad y todo porque el equipo de Chivas se iba a hospedar ahí. Yo lo supe porque soy aficionada y los vi a todos.
Alan Mozo, Piojo Alvarado, Pocho Guzmán, Nene Beltrán, el Chicharito, Pável Pérez, etc.

Yo me emocioné muchísimo, empecé a temblar, quería abrazarlos a todos, pero no podía llegar así como si nada y abrazarlos, así que me hice la indiferente.

Me acerqué a un guardia.

- ¿Qué está pasando? ¿Por qué tanto escándalo?

- Un equipo de la Liga MX se va a hospedar aquí y los fans los recibieron.

- Ah, ya, ¿Me puedo acercar a pedirles una foto?

- Lo siento, pero en estos momento no será posible.

Estaba por preguntarle por qué no, pero se acercó uno de ellos.

- Disculpa, ¿Dónde está el baño? - Lo reconocí al instante.

Erick Gutiérrez.

- ¡Yo lo llevo! - Dije al instante. - Yo te puedo acompañar. - Digo ya más tranquila.

- Ok. - Dice él con una sonrisa.

- Señorita... - El de seguridad quiso detenerme.

- Está bien, que ella me acompañe. - Le dice Erick.

El de seguridad me hizo mala cara y yo lo barrí con la mirada y nos fuimos.

- Oye, sé que quizá no es el momento, pero soy gran aficionada y me gustaría pedirte una foto. - Le digo tratando de ocultar mi emoción.

- Oh, claro. - Dice él con una sonrisa muy bonita.

Saco mi celular para una selfie, nos tomamos la foto y al momento de querer tomar distancia sentí un jalón en mi oreja, mi arete se había atorado en su camisa.

- Auuu. - Digo tratando de zafarme.

- A ver, espera. - El trata de quitarlo sin lastimarme y termina rompiendo un poco su camisa.

- Ay no, tu camisa. - Digo apenada.

- Tranquila, tranquila.

- Dios, que vergüenza. - Me tapo la cara.

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