Cálida Navidad
Era la primera Navidad que Pável y Sofía pasaban juntos como pareja, y la ciudad de Guadalajara se vestía con sus mejores galas de luces y adornos. Llevaban meses de relación, pero esta noche se sentía diferente. Estaban en su pequeño departamento, decorado con un árbol sencillo, pero lleno de pequeños detalles que ambos habían escogido con cariño: adornos hechos a mano, luces cálidas y una estrella dorada en la cima que Pável había puesto con orgullo.
Sofía estaba en la cocina, terminando de servir un par de tazas de chocolate caliente, mientras Pável ajustaba la música navideña de fondo. El ambiente era acogedor, con la chimenea encendida y el aroma de las galletas de jengibre que Sofía había horneado llenando la sala.
— ¿Sabes? — Dijo Sofía, entrando a la sala con las tazas en las manos —. Este año fue una locura, pero aquí estamos, en nuestra primera Navidad juntos. Nunca imaginé que un día estaría celebrando esto contigo.
Pável, sentado en el sofá con una manta sobre las piernas, le sonrió con esa expresión tierna que había aprendido a reservar solo para ella. Le hizo un espacio en el sofá, y cuando Sofía se sentó a su lado, envolviéndola con la manta y tomando su taza.
— Ni yo — dijo él, tomando un sorbo de su chocolate —. Aunque, si te soy sincero, siempre imaginé una Navidad perfecta, pero nunca creí que sería así de buena.
Sofía lo miró con una mezcla de diversión y ternura.
— ¿Ah sí? ¿Y cómo era tu versión de la Navidad perfecta?
Pável sonrió fingiendo pensarlo.
— Bueno, en mi versión, siempre había un montón de nieve, aunque estemos en Guadalajara. El árbol era enorme, como el del centro, y había un gran banquete. Pero... ahora veo que la verdadera magia está en los detalles pequeños. En momentos como este.
— ¡Oh, qué romántico te has vuelto! — rió ella, apoyando su cabeza en el hombro de Pável, disfrutando del calor de su cuerpo y de la sensación de estar justo donde quería estar.
Él la abrazó más fuerte, besándole suavemente la frente.
— Cuando estoy contigo, me haces ver el mundo de otra manera. Nunca pensé que compartir una noche tan tranquila podría significar tanto.
Sofía levantó la cabeza para mirarlo a los ojos, esos ojos que siempre le transmitían seguridad y cariño, y le sonrió.
— ¿Sabes?, no importa si la noche es tranquila o caótica. Lo que hace que todo valga la pena es que estás aquí conmigo. Eso es todo lo que necesito — dijo, y luego se inclinó para darle un beso suave, un beso lleno de promesas silenciosas y complicidad.
El beso fue lento, cálido, como si encapsulara la esencia misma de la Navidad: amor, paz y esperanza.
— Tengo una sorpresa para ti — dijo Pável cuando se separaron, con una sonrisa juguetona.
Sofía arqueó una ceja, curiosa.
— ¿Otra? Ya me regalaste un montón de cosas, y ni hablemos de esa cena romántica que preparaste.
— Esto es diferente. Espera aquí — dijo, poniéndose de pie rápidamente.
Momentos más tarde llegó con una cajita en manos, estaba envuelta en papel navideño, se lo entregó a Sofía y ella con un brillo muy especial en sus ojos lo recibió, con cuidado lo abrió y visualizó un hermoso collar de oro con un pequeño relicario con una foto de ambos.
— Ay, es hermoso — ella se enterneció — muchas gracias, amor, está bellísimo.
Ella se inclinó y le dio un tierno beso, un beso que demostró que todo lo que sentían era real y que se amaban mutuamente.
— Yo también tengo un regalo para ti —. ella se levantó para ir por el regalo que tenía preparado para su novio.
Ella le entrega un sobre.
— ¿Dinero? — pregunta con humor.
— Ábrelo y verás —. Le da una tierna sonrisa emocionada porque abriera el sobre.
Pável finalmente lo abre y ante sus ojos se presentan dos boletos de viaje redondo a nada más y nada menos que...
— ¿Europa? — pregunta él con emoción.
— Sé que es uno de tus sueños, así que creí que sería buena idea —. Se mordió el labio inferior con nerviosismo, sabía que le gustaría, pero le daba nervios su reacción.
— Te amo, Sofía—. La abrazó fuertemente y la levantó en el aire llenándola de besos en agradecimiento por su detalle. — Te amo, te amo, te amo —.
— Feliz Navidad, amor —. Ella le dice mirándolo a los ojos y pegando su frente con la de él. — Te amo con todo mi ser, gracias por todo — Acaricia el rostro del chico.
— Feliz Navidad, mi princesa —. Cierra la distancia con un beso. — Te amo, gracias por estar conmigo en las buenas y en las malas, en todo momento estás ahí conmigo apoyándome.
— Te amo.
Esta pareja se amaba y les esperaban muchas navidades juntos, cumpliendo sueños acompañados uno del otro.
Holaaa, aquí Kai.
Para este capítulo exploté laboralmente a mi mujer blxckphonmt
Ella hizo casi todo el trabajo, de hecho lo hizo todo, por eso obviamente le estoy dando su crédito, un aplauso para mi mujer.Tqm mica 🫶🏽
Ella ha estado actualizando su historia MADONNA, buenísima por cierto.
Ay yo extraño a Pável en el alteños de Tepa. Yo iba todos los fines a los partidos 😭
Sin más que decir
Las quiero, que sí, que sí
Tiktoks : WhoisKaiKai y blxckphontmt