Hermoses, esta es una advertencia de que este capítulo contiene contenido sexual. Aclaro que no lo hago con la intención de incomodar a nadie, ni de faltarle al respeto a Antonio. Si no les gusta este tipo de contenido, pueden pasar a leerse otros de mis capítulos. Sin más que decir, disfruten su lectura.
Un mal partido
Hoy no pude acompañar a mi novio a su partido de futbol, así que me tocó verlo desde casa. Fue un partido desastroso, parecía que solo corrían por el balón por nomás, el equipo de mi novio perdió.
Fue un partido local así que unas horas después de haber terminado el partido. Él ya estaba en mi casa, abrí la puerta y su semblante era serio, casi de tristeza.
- Amor... - Digo abrazándolo.
- ¿Qué nos falta Keitaly?... ¿Qué nos falta para rendir bien en un partido? - Rodea mi cintura con sus brazos y su rostro se esconde en mi cuello.
- Antonio... Han hecho todo lo posible para obtener el triunfo, si no se puede es por algo. - Acaricio su espalda.
- Pero parece no ser suficiente, siempre estamos cometiendo error tras error... Tenemos la afición más grande de México y les fallamos.
- Sí, entiendo la presión que sienten por parte de la afición, pero ¿sabes por qué es de las más grandes de México? Porque son los más leales, a pesar de todo los chivahermanos van a estar para ustedes, y eso ténganlo presente en cada partido... Háganlo por ustedes y por la afición. - Le digo para animarlo un poco, no solo lo digo por ser su novia, lo digo porque yo soy parte de esa afición por herencia de mi abuela y de mi padre. - Por ahora quédate con la idea de que lo intentaste, no se dio, pero no te quedaste sin hacer nada. - Pongo su rostro entre mis manos y le doy un tierno beso.
- Te amo, Keitaly, siempre buescas como animarme. - Me dice entre besos.
- Te amo mucho más, Briseño.
Siguió besándome, su agarre en mi cintura se hizo más firme y me acercó más a él, yo puse mis manos en su nuca profundizando el beso.
- Te he extrañado tanto. - Le digo entre besos.
- Yo también, te extrañaba... extrañaba besarte.
Los besos de Antonio se hicieron aún más apasionados y desesperados, sus manos vagando por mi cuerpo con urgencia y deseo. Él lentamente me conduce a la habitación, empujándome suavemente hacia atrás, sin separar mis labios de los suyos. Cuando llegamos a la habitación, Briseño cierra la puerta tras de él y me recuesta sobre la cama, haciéndome caer sobre ella con suavidad. Él continúa besándome profundamente, con una mano en mi espalda y otra acariciandome el cabello. Entre besos, murmura:
- Amo que me consueles de esta manera. - Dice mientras me abraza con fuerza, buscándo sentir la calidez de su cuerpo contra el mío.
- Todo sea por verte feliz. - Sonreí.
Me sonrió de vuelta y besó mis labios tiernamente.
Su frustración y desilusión por el partido quedan en segundo plano en este momento, solo podemos pensar en lo que sentimos y en lo mucho que lo necesita en este momento.
Su beso se hace más profundo y apasionado, mientras sus manos exploran mi cuerpo, tomándome cada centímetro de piel expuesta. Su urgencia y desesperación se hacen más evidentes en cada movimiento, mientras busca olvidar lo sucedido en el partido y llenar su mente sólo con lo que le hacía sentir, su sabor, su tacto y su aroma. Se deshace de su camiseta y la deja caer al piso, sin dejar de mirarme ni por un segundo. Sus manos vagan por mi espalda y cuello, trazando una línea en mi piel. Él se apoya sobre mi cuerpo, su cuerpo presionando contra el mío, su peso haciendo que el colchón se hunda ligeramente bajo nosotros. Cada beso y cada roce de su lengua con la mía es una promesa de deseo y desesperación. Él quiere perderse en esto, olvidar todo lo demás y simplemente estar en este momento, conmigo en sus brazos. Sus manos bajan hasta mis caderas, y luego suben de nuevo hasta mis pechos, acariciándolas con urgencia y deseo. Se aleja un momento para mirarme, con los ojos nublados y sus pupilas dilatadas por el deseo y la necesidad. Sus labios están enrojecidos por los besos y sus mejillas sonrojadas por la pasión. Él me observa con veneración, mientras yo estoy debajo de él, con el cabello revuelto y una sonrisa temblorosa pero cariñosa en mis labios. Siento mis mejillas arder, siempre me hacía sentir intimidada ante su mirada. Con las yemas de mis dedos toco suavemente su mejilla, él cierra los ojos ante mí tacto y me sonríe.
Me besa nuevamente bajando sus besos a mi cuello y clavícula.
Continúa descendiendo, sus labios trazando un camino de besos en mi piel mientras sus manos se desplazan hasta mis rodillas y abren ligeramente mis piernas. Sus manos siguen las líneas subiendo y bajando por mi cintura, en un movimiento bajó suavemente hacia abajo el borde de mi pijama, sin quitarlo, simplemente jugando con el elástico. Él se toma un momento para mirarme a los ojos, con los suyos llenos de admiración y deseo, antes de volver a ascender hasta mi cuello. Él vuelve a besarme, esta vez de forma más lenta y cadenciosa. Sus labios se mueven contra los míos con un ritmo suave y constante. Sus caderas se mueven ligeramente, presionando mi cuerpo contra él, haciendo que sienta cómo su excitación aumenta con cada roce.Rompe el beso, y apoya su frente contra la mía, con los ojos entrecerrados y la respiración agitada. Nos miramos fijamente durante unos momentos, con la mirada llena de amor y deseo. Luego, apoya su cabeza en mi cuello y respira hondo, haciendo que se me erizara la piel.
Así pude demostrarle que el triunfo no siempre se obtiene, pero la vida puede recompensarnos por el esfuerzo de intentarlo.
....
Con mi respiración agitada me recosté sobre su pecho. Él comenzó a acariciar mi espalda desnuda.
- ¿Sabes? Sí por perder también me premias... Voy a perder más seguido.
Solté una risa.
- Sí ganas el premio será mejor.
Holaaa, aquí Kai.
Se me cruzaron algunas cuestiones escolares y ya no pude actualizar, pero aquí está.
Estaba pensando en vez de un grupo de difusión (Fue un fracaso) hacer un grupo de WhatsApp normal, donde todas puedan opinar y preguntar cosas.
Pero no lo sé, me preocupa la privacidad.
Las quiero, que sí, que sí.
Tiktok: WhoisKaiKai