08 Alan Mozo

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Invisibles

- ¡Kenia! ¡Ya vámonos! - Me gritó mi hermano desde la sala.

- ¡Ya voy! - Le grito de vuelta a mi hermano.

Me pongo perfume y bajo rápidamente.

- Hasta que. - Dice Pocho con tono de molestia.

Después de unos minutos llegamos al evento del equipo donde jugaba mi hermano. Al llegar los saludo a todos.

- Hola. - Le digo a Alan extendiendo mi mano para saludarlo.

- Hola. - El toma mi mano y le da un apretón junto con una mirada de complicidad.

Pues verán, hace un tiempo que Alan y yo nos encontramos a escondidas, eran encuentros frecuentes, pero claro, solo nos vemos donde no nos ven.

Somos invisibles.

Y todo esto es a escondidas porque ninguno de los dos quiere problemas con Pocho, y es que él es un hermano muy sobreproctector, no deja que ningún chico se me acerque.

Además de que él es ajeno...

Así que era bastante normal que Alan y yo nos diéramos miradas con cierta picardía, una que otra caricia con esa malicia que solo él y yo entendemos.

Lo que no era normal, era que en ese evento mientras cenábamos, el colaría su mano por mí falda.
Y es que había comenzado con ligeras caricias en mi muslo, las cuales no eran de mi desagrado. Sin embargo, comenzó a subir sus caricias a una zona un poco más privada. Cuando noté sus intenciones le di un manotazo, pero a él no le importó, siguió con sus caricias por las que no podía mantener una postura normal.

- ¿Y cómo te va en tu nuevo trabajo? - Me pregunta Pollo Briseño.

- ¿Mhm? ¿Me hablas a mi?

- Sí Kenia, ¿a quien más?

- Ohh... Me ha ido bastante bien. - Digo bastante nerviosa tratando de ocultar lo que está pasando debajo de la mesa. - Mi nuevo jefe es muy amable y guapo... - Digo soltando una risa nerviosa.

- ¿Estás bien, Kenia? - Me pregunta Pocho con el ceño fruncido.

- Eh... Si... - Digo disimulando.

- Parece que te está dando un calambre. - Dice él con cierta burla.

- Sí Kenia, ¿qué tienes? - Dice Alan poniendo su otra mano en mi frente como checando mi temperatura.

Le lanzo una mirada fulminante y tomo un pequeño respiro.

- Nada, solo un malestar en el estómago. - Digo haciendo una mueca.

- ¿Otra vez tienes gastritis? - Me pregunta mi hermano.

- Sí es eso... - Digo aún con una mueca.

- ¿Gastritis?, a mi también me pasa seguido, yo tengo unas pastillas buenísimas, pero están en mi carro, vamos por ellas. - Dice Alan levantándose de golpe, me toma de la mano y me saca del evento.

Una vez afuera me recarga en su auto y me intenta besar, yo lo empujo y volteo mi cara enojada.

- ¿Por qué rayos hiciste eso? - Le pregunto.

- ¿Hacer qué? - Dice con una sonrisa inocente.

- Alan Mozo Rodríguez, no te hagas pendejo, ¿que crees que los eventos del equipo son motel o qué?

Él rodó los ojos y se acercó a mi.

- Perdón, pero en cuanto te vi con esa falda no me pude aguantar.

One Shots (Chivas) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora