Esta es una pequeña advertencia que tengo que hacer antes de que pasen a leer el siguiente One shot.
Nuestra personaje tiene 17 años y Alancito tiene 27.
Esto no significa que esté romantizando la pedofilia o algo parecido, mucho menos que niñas-adolescentes salgan con hombres mucho mayores. No estoy proponiendo que lo hagan, cada quien es libre de hacer su vida como quiera, siempre y cuando no afecte gravemente.
Espero que entiendan que es ficción, nada es real, solo lo hago por mero gusto, eso no significa que Alan ande con menores de edad.Sin más que decir, disfruten su lectura.
Ecos de una pasión prohibida
Estaba tranquila haciendo mi tarea, mi hermano Antonio había estado toda la tarde en el entrenamiento y mi cuñada Alethia junto a mis sobrinos se fueron con su mamá.
Yo no podía ir con ninguno de ellos, ya que estaba a finales de semestre y tenía muchas cosas pendientes por hacer.
Estaba en el escritorio de mi cuarto, con mis audífonos a todo lo que daba, estaba escuchando Charles Ans, específicamente "YNLPA" el ritmo de esa canción me ponía de buenas, me desconcentré tanto que comencé a bailar y cantar, con la confianza de que estaba sola. Cuando de repente, Antonio apareció frente a mi.
- ¡Alondra! - Me gritó.
Di un pequeño salto por el susto y me quité los audífonos.
- ¿Qué? - Le digo de mala gana.
- Baja a saludar. - Me dice.
- ¿Saludar a quien?
- A los chicos, los invité a la casa.
- Estoy ocupada. - Le digo.
- A mi me vale, baja a saludar y ya te subes a hacer lo que tengas que hacer.
- Ay, que mal pedo, eh, Briseño. - Le reprochó. - ¿Para qué quieres que los salude? Ya los conozco y todo.
- Ok, entonces no hay tacos para ti. - Me dice.
- No me vas a convencer.
- Mhm, ¿Ni porque son de con don Chuy?
Me quedo en silencio un momento...
- ¿De qué me trajiste? - Le digo inocente.
- Pastor.
- Bueno, ya decía yo que tenía mucho sin ver a los chicos.
Bajé inmediatamente con mi hermano detrás de mi.
- Holaaaa. - Les digo a los chicos, bueno, solo eran Alan, Piojo, Nene y Pocho.
- Hola, Alondrita. - Me dice Piojo abrazándome. - ¿Qué hacías?
- Tarea, ya ves, una que sí estudia.
- ¿Qué quisiste decir? - Dice Pocho.
- Nada, nada. - Digo con una risa.
- ¿A poco si estudias? - Me pregunta Alan.
- Claro, ya voy en quinto semestre de prepa.
- Que bien, me alegra mucho. - Dice sacudiendo mi cabello.
- Bueno, ya los saludé, ¿Ya me puedes dar mis tacos? - Le digo a mi hermano.
- ¿No quieres cenar con nosotros? - Me pregunta él.
- Me encantaría, pero tengo bastantes cosas que hacer.