Nos volvimos a ver - Lawlight (Death Note) [2]

10: Universo

—¿Por qué está ocurriendo esto? —cuestino para mí mismo.

—Es el gran misterio. —Pone sus muñecas en sus rodillas.

Tal como en una imagen romántica, Lawliet y yo nos encontramos mirando un atardecer.
Aparto la vista después de un momento porqué miré «muy» al sol por error.

—La historia de esta libreta tiene como raíz notable a esa pareja. El vendedor nos dijo todo lo que sabía y fue útil. —Cierro los ojos pensando un momento. No quiero excederme; aparecen un sin fin de suposiones, ideas…

—Dejemos esto así. Podemos seguir averiguando sobre ese cuaderno. Sabes que no incluiré a la policía.

Eeeso sonó muy extraño, esa palabra. Las cosas han cambiado.

Abro los ojos y levanto la cabeza con cansancio.

—Sí…, me parece bien. Me da náuseas, siento que alguien nos está observando, alguien que planeó todo.

De un impulso, acorto la distancia y tomo sus manos, juntándolas entre las mías.

—Eres tú.

—…¿Yo? —L está confundido—. ¿Estás feliz de verme? —Hace una expresión seria—. ¿De verme sabiendo que tal vez alguna vez ya nos conocimos?

Me siento sentimental, algo que casi siempre me sucede ahora, pero sé que no debería mostrarme así frente a L. No soy totalmente el mismo que conoció antes, suponiendo que realmente existió uno.

Lo envuelvo en mis brazos, muy fuerte. ¿Qué puedo decir? Me hace feliz verlo, tenerlo aquí. Lo quiero y lo quise.

Hay un silencio de su parte ante mi gesto. Paso mi mano por su cabeza, acariciando delicadamente. No quiero parecer cursi, pero Lawliet no es un tonto que interprete estos gestos como «cursis». Su cabello es suave y resbaladizo.

—Esto es un sí. —Alcanza a poner sus palmas en mis hombros, permaneciendo en mi abrazo.

—Esa es una decisión. —Lo hago mirarme otra vez, alejándolo un poco—. ¿Por qué no nos hacemos pareja y ya? —Uso humor al sugerirlo indirectamente.

—No me opongo. Solo no vuelvas a matarme…

Lo vuelvo a pegar a mi cuerpo en un abrazo apretado.

—No haré eso. Lo siento, ¿entiendes? —Beso su frente.

—Oye… —Envuelve sus brazos alrededor de mi cuello—. Estás siendo cariñoso… No lo vi venir…

—Cállate…

Puedo decir que este es un momento hermoso para mí. ¿Cómo no amarlo? Respeto mi cuestionamiento sobre él; es él.

Estoy confundido, mucho. Alguien o algo puede estar jugando con nosotros tres…

Esto aún no termina. Paso mis manos por su espalda para pegarlo más a mi cuerpo.

—L Lawliet —lo observo serio pero con cariño—. ¿Me amabas en esa supuesta vida pasada?

—¿Lo estás dudando? Te amo. —Se acomoda.

—…Te… creo. —¿Por qué dudo?—. ¿Qué hiciste con la libreta? Ayer vi en las noticias que se ofrece una cantidad monstruosa por la libreta perdida.

—Es verdad, la quemé —dice confiado—. Ese cuaderno no pertenecía a este mundo; hay una razón por la que es de «otro mundo». —Me sonríe de un modo curioso—. ¿Tú no deberías estar muriendo una y otra vez por haber usado la libreta en esa otra vida? Tu manera de hacer justicia por poco era masoquista…

—¿A qué te refieres con poco? No estoy ni cerca de ser masoquista.

No pertenecía aquí… Metí a Jaiko en todo este lío…

—No, nada…

Estoy en mi habitación mirando por mi ventana mientras abotono mi camisa blanca y bien planchada.

Cada vez recuerdo más y más por sueños.

Hoy… sé realmente todo lo que paso en esa otra vida a excepción de mi infancia, y parte de mi adolescencia, no sé casi nada de esas dos etapas.

Recuerdo o soñé, cualquiera, estar viendo un ventanal a oscuras.
Recuerdo haberle pedido a Ryuk que le de la libreta a alguien más.
Ese era Jaiko y él no debería estar involucrado en esto.

Muchas cosas no cuadran, si no recuerdo mal Jaiko estaba con una chica… Ella también debería estar involucrada. Misa, Watari, Matsuda, esos nombres me producen una emoción terriblemente fuera de lugar.

Las cosas son perfectas. 
El caos es la perfección en el universo y todo tiene una reacción.
Pero ahora… Es como ser una pieza de un rompecabezas en el que no encajo, también Jaiko y L.

Mi madre no es mi madre.
Mi padre no es mi padre.
Y nunca tuve un herman-

¡Muerte!