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- Entonces Carlos... Has estado haciendo los ejercicios que te deje - comento el hombre sentado en el sillón de al frente, mirando profundamente a los ojos del madrileño.

Este, asintió y no dijo mucho, había estado asistiendo al psicólogo del equipo de Checo, por petición del mismo luego de que se enteraran de lo que había sido participe, no le disgustaba sin embargo, no veía progreso alguno. Aquella noche, luego de pasársela en emergencia, recuerda haber llegado a casa más cansado de lo usual, ante él la desesperación en el rostro de su vecino junto a otro castaño saliendo de la casa de al frente, no lo entendió y mucho menos le prestó importancia, solo quería llegar a su cama y dormir como para que el dia se acabara.

- Monte Carlos es muy pequeño - atino en contestar, capturando la atención del beta delante de él - Es como sí yo necesitará algo uno de mis vecinos podría dármelo, o eso hacia cuando era niño. Mi papá a veces, me mandaba a pedir azúcar a la casa de al frente - dijo y soltó una risilla ahogada, recordando esos momentos - ¿Como es posible que no lo reconociera, si hemos crecido juntos prácticamente? - El psicólogo, apunto dichas palabras en su libreta y se retiró los lentes.

- ¿Recuerdas esa vez que hablamos sobre personalizar los actos que realmente no son tuyos? Eso es lo que tienes que aplicar en momentos como este cuando sientas esas dudas. - contesto apacible, su voz era suave, Carlos creía que podía quedarse dormido ante esto.

La sesión terminó tras unos minutos más platicando y recalcándole al joven que no podía personalizar actos fuera de su manejo, le parecía algo lógico sí, pero muy dentro de él sentia que no podía aplicar aquello con el caso del chico. Era un proceso que lo había impactado tanto que no podía manejarlo.

Llegó a casa dónde Fernando se encontraba, regando las plantitas que había comprado hace un mes, era fanático de la botánica y tal vez después de todo era algo que podía darle paz pero eso es más adelante.

Carlos, se acercó a su padre y lo saludo con una sonrisa - ¿Muchacho puedes decirme de dónde vienes? Has estado desaparecido por casi tres días, me tenías con el dios en la boca Carlos - dijo en reprimenda al joven, Fernando sabía bien que su hijo salía de casa de un dia a otro por los entrenamientos que trataba de ocultarle, había lidiado con ignorancia desde que Carlos habia cumplido los dieciséis, ya que sabia muy bien que lo que tenia de bonito su hijo también lo tenia de terco, a parte la mayoria de edad ya la tenía era su responsabilidad, fuera de ello Carlos seguiría siendo su niño por quién siempre se preocuparía.

No recibió respuesta ante su pregunta acción que era de esperarse a esta altura de las cosas - Muero de hambre pa - agrego con un puchero, con la unica persona que se dejaba ver debil y mimado era con su padre. Este mismo solo suspiro con resignación le preocupaba Carlos, últimamente más de lo normal, así que se dirigió a la cocina con el muchachito siguiéndolo, preparon algo rápido para comer y se sentaron en el sofá, como un niño chiquito se terminó recostando en una de las piernas de su padre quien solo le acaricio el cabello de forma suave.

Shallow - 𝖢𝗁𝖺𝗋𝗅𝗈𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora