Un Amor Lleno De Cicatrices || Genzo Wakabayashi & Tú.

Capítulo XVII

Mini Maratón 2/2

El contraataque de la selección.

El juego se reanudó con el saque de Argentina. Y a decir verdad note que Díaz estaba bastante molesto con el gol que había anotado mi amigo. Ya que en cuanto Pascal le dió el balón avanzó con el y burló a Hyuga gambeteando. Nitta, los hermanos Tachibana y yo corrimos a él, pero a los cuatro nos gambeteo con mucha facilidad.

—¡Mierda!— maldecí al no poder detenerlo.

—¡No!— Kazuo.

—¡Imposible!— Masao.

Avanzo a una velocidad realmente impresionante con el balón, hasta que Tsubasa corrió acercándose a él. Creí que iría directamente a estrellarse contra mi mejor amigo, pero me equivoqué ya que paso el esférico hacía atrás junto antes de chocar.

—¡Tsubasa!— grite al ver que no descifró a tiempo lo que planeó Díaz.

Pascal tenía el balón en este momento y planeaba hacer la misma jugada que hace unos minutos, le daría un pase largo a Díaz a penas lo viera solo y en efecto lo hizo, pero está vez Misaki había intervenido y se había quedado con el balón.

—Toma—.

Misaki me gritó para después darme el balón.

—¡_____!—

La voz de Nitta hizo que levantará la vista y entendiera lo que quería que hiciera en este momento. Por suerte entendí lo que quería intentar, ya que vi a Jito totalmente libre por la banda, antes de que Pascal viniera por mi le entregué el balón.

—Hazlo, cuento contigo—.

Jito controlo el balón y avanzo más de la mitad de la cancha con el.

—¡Genial! ¡Ahí vamos!—

Jito dio un centro no tan elevado, muchos hubieran pensado que el balón se lo quedaría algún jugador de Argentina, pero estaban en lo incorrecto. Ya que Nitta es nuestro delantero más veloz, corrió y remato de volea sin detener el balón con su famoso Tiro del Halcón. Pero no logro anotar el segundo gol, ya que pego directo en el travesaño.

Continuamos jugando como lo habíamos estado haciendo los últimos minutos. Creo que por fin habíamos recuperado el ritmo de siempre, sí eso ha de ser gracias a que por fin nos estábamos acostumbrando a la velocidad de Argentina.

Nos ayudaba mucho más ver qué Tsubasa había podido retener a Díaz. Sin duda gracias a ellos nuestro ritmo había mejorado bastante. Pese a que estaban siendo presionados por nosotros, Díaz y Pascal no dejaban tampoco de atacar y seguir buscando un nuevo gol. Antes de que acabará la primera mitad estaban tocando de nuevo nuestra puerta, pero Wakashimazu había podido detener ese remate.

—Queda poco para el entretiempo— espetó Ken—. ¡Toma, Tsubasa!—

El pase que mi compañero le había mandado a Tsubasa fue interceptado tanto por él como por Díaz, el balón rebotó y quién tomó el control de él fue Tsubasa ya que lo despejó de cabeza.

El balón lo recibió Misaki y corrió con él. Iba detrás de él pero en ningún momento había necesitado de mi ya que Misaki confundió en solitario a los técnicos jugadores de la Argentina.

—_____, deja que nosotros nos adelantemos—.

—Gemelos— los mire y los note realmente decididos—. Adelante, confío en ustedes—.

—¡Vamos, Kazuo! Ahora están aturdidos. Será la última oportunidad del primer tiempo—.

—Masao—.