0022 || sorpresa

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agustina

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agustina

hoy es la ecografía que nos dice el sexo del bebé y también a la noche le vamos a contar a los demás la noticia. cristian estaba nervioso y me tocaba la panza , el quería que sea una nena y yo un nene.

— ¿Que te pasa, amor? – le digo agarrando su mano.

— Nada, estoy nervioso. – me cuenta. – Es como que soy papá primerizo acá, es la primera vez que vengo a una ecografía para revelar el sexo por qué en la de valen no estuve. – toma aire ya que está hablando muy rápido. – y me siento culpable, porque vos pasaste sola estos nervios la primera vez …

— Basta amor, ya pasó eso. – le digo abrazándolo. – Yo ya te lo perdone y no te sientas más eso, porque ya pasó. Ahora disfruta este momento y aprovecha que estás, y que podés disfrutar el embarazo también.

El se alivia y me da un beso en el cachete, y se recuesta en mi hombro mientras acaricia la pequeña panza. Aún no se hacia notar, y es como Valen en su momento, que hasta que no lo conté no se mostró.

— González. – llama el doctor.

Con Cristian nos levantamos y fuimos hacia el consultorio. Claramente hablando en ingles.

— ¿Usted es el papá? – le pregunta el doctor a Cristian.

— Si, soy yo.

— Bien usted quédese sentado aca al lado y usted señorita ya sabe que hacer.

Me sacó el suéter que tenía y cris lo agarra, me ayuda a subirme a la camilla subiendo mi remera. Mientras el doctor preparaba las cosas que iba a utilizar, Cristian miraba todo estando nervioso y mientras sus piernas se movían de arriba a abajo de manera rápida.

Tome su mano y el me miró sonriendo.

— Tranquilo, Te amo. – formule en silencio y el me miró tranquilo.

El doctor puso el gel y comenzó a mover haciendo que el bebé se vea, Cris lloraba como todas las demás ecografías a las que fue. Elegí bien al papá de mis hijos, estoy orgullosa de mi. Yo también lagrimeé un poco, debido a la emoción.

— Bien, es una nena. Felicidades. – dice el doctor sacando la camarita de mi panza y dándome el papel para limpiarme.

Cristian me limpia y cuando termina besa mi panza y mi cabeza también. Salimos del consultorio felices, una vez en el auto me abrazó fuertemente y me besó toda la cara.

— Vamos a desayunar, primero buscamos a Valen y vamos los cuatro. – dice de lo más contento encendiendo el auto.

— Bueno, banca que le aviso a Rodri.  – agarre mi celu y lo llame.

bemaste ; c. romero (en edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora