Se había llegado el día de la presentación de La Velada del Año IV, y no había ni rastro de Víctor.
Cristóbal se preguntaba si es que aun no llegaba o había tenido algún problema.
-¡Cuánto tiempo, guapo!- Lo saludó enérgico Carrera y prácticamente se colgó de su cuello.
Por alguna razón, a Cristóbal le parecía un chico adorable, tal vez porque le sacaba el doble de altura.
-¿Cómo está mi femboy favorito?- Bromeó el más alto, y siguió saludando a todos los demás, incluyendo a El Mariana y a Plex. -¿Qué tenemos acá? ¡Pelean dos titanes, weón!- Dijo contento al verlos, y no era para menos, medían casi dos metros de altura.
Ambos rieron y lo saludaron de vuelta.
-Este tío es un Ken, literalmente- Dijo Agustín. -Si yo salí bien en las fotos, imaginad a Shelao- Halagó, y Cristóbal aprovechó para hacer la famosa técnica de mewing.
-Un gusto, hermano- Le dijo Cristóbal -Ahora solo por esos halagos, tú serás mi nuevo femboy en lugar de este weón- Bromeó selañando a Carrera.
-Yo encantado, tío- Respondió Agustín.
-Joder Agustín, ¿otra vez con lo mismo?- Se escuchó el reclamo de una voz femenina.
-Hostias, que me ha escuchado mi pareja- Dijo Agustín apenado. -Perdón chicos, ya regreso. -Se esfumó por la puerta. -Espera, era solo una broma. -Al parecer era la novia de Agustín que se había puesto furiosa por el comentario de su novio. -Pero si es primera vez que le veo personalmente... cariño, es hombre, ¡por Dios!- Se escuchó que gritó a lo lejos y todos estallaron en risas.
De lo que me libré en este viaje, pensó Cristóbal.
-Es re tóxica la mina, igual se entiende, Shelao está todo rico- Se escuchó decir a Unicornio.
-Confirmo- Dijo una voz detrás de ellos y todos voltearon.
Era Víctor entrando en la amplia sala y todos le dieron la bienvenida.
-Me acabo de encontrar a Agustín, creo que no era un muy buen momento para saludarle- Rió Víctor saludando a todos los presentes. -Tú como siempre, ¿eh? Conquistando. -Le dijo a Cristóbal, saludándolo cariñosamente con un apretón de manos y un breve abrazo.
-¿Cómo estás?- Saludó de regreso Cristóbal. -Al fin te apareces, Víctor.
-Hombre, también te extrañaba, varios meses sin verte- Expresó Víctor divertido, notando que Cristóbal esta vez llevaba el pelo mucho más largo que el año pasado, y aunque estaba usando una gorra, podía ver que varios mechones castaños y ondulados caían con gracia sobre su frente y sobresalían a los costados.
-Nadie creería que ustedes dos se llevan así de bien en la realidad, amigo, re buena onda son- Habló Unicornio.
-Aun así, Shelao lo va a cagar a piñas a ViruZz- Aseguró Carrera.
-A ver- Comenzó Víctor. -Yo si fuera tú no entrenaría, tío. -Le dijo a Cristóbal, y este solo lo miró inexpresivo. -Vas a llegar al trece de julio habiendo entrenado y vas a perder igual.
Cristóbal tenía que aceptar que odiaba cuando Víctor sacaba ese personaje tan sobrado.
-Yo sin entrenar llego bien igual- Fue lo único que Cristóbal supo decir y Víctor rió fuerte.
¿Cómo es un tío enorme y así de tierno? Víctor se preguntó.
-Que lo digo de broma- Expresó rápido el español y lo tomó de los hombros jugando. -Estás fuerte, ¿eh? ¿Cuánto levantas en press banca?- Víctor le apretaba los pectorales.
-Qué buena excusa para manosearme- Dijo el chileno. -Bueno, el otro día como ciento cincuenta y cinco, creo. En pre inclinado hago ciento veinte- Respondió.
-¿Amigo, eso es normal?- Preguntó Carrera sorprendido.
-No, pero mira qué pectoral tiene, eh. Da para agarrar- Víctor seguía tocando.
-Da para amamantar- Comentó Unicornio haciendo reír a todos.
Pasaron todos un rato más entre bromas y risas, hasta que llegó el momento de recibir indicaciones antes de salir a la presentación.
-Te voy a marcar la salida. Hasta que yo te diga que es tu turno, sales y te vas directo a una de las dos sillas que tienes al lado izquierdo de los presentadores- El staff le indicó a Cristóbal y este asintió. -Una vez que estéis sentados, hablaréis y hablaréis. Cuando os digan "careo", ya nos levantamos a colocarnos en posición, ¿vale?
-Perfecto- Respondió el chileno.
Mientras Cristóbal yacía esperando para salir, vino a su mente...
-Cristóbal, te juro que me siento como una mierda. No entiendo por qué me inyecté esa mierda- Víctor confesó dolorosamente. Tenía la nariz roja y los ojos hinchados.
-Tranquilo. Te están sacrificando por algo que es incluso normalizado en el deporte, no es como que hayas matado a alguien- Lo consoló. -Mírame- Cristóbal tomó la cara de Víctor entre sus manos. -Eres mejor que todos esos weones imbéciles detrás de una pantalla, puedes salir de esto.
-Pero no tengo idea cómo, quiero decir, el deporte es lo único que me hace feliz. No me veo en otra cosa que no sea esto...
Cristóbal sonrió al ser consciente de que eso ahora era solo un triste recuerdo.
Lo ponía muy feliz el hecho de que Víctor haya encontrado la manera, de verlo tan cambiado, de ver que sus ojos ahora brillaban e irradiaban motivación... y era lógico, porque estaba viviendo algo muy importante.
La vida le dio la oportunidad de redimir su error.
-Es tu turno, Shelao- Le avisó el staff, sacándolo de sus pensamientos.
-¡Un fuerte aplauso para ViruZz y para Shelao, que los tenemos aquí presentes!- Anunció Ibai animadamente, a la vez que Víctor y Cristóbal se sumaban al escenario.
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