–Ah, y otra cosa. Antes de salir, quiero proponerte algo– Dijo Víctor.
–Claro, dime– Respondió Cristóbal curioso.
–Sabes que me encanta hacer de showman y tal, por cuestiones de contenido, como habrás visto en las veladas anteriores– Cristóbal asintió. Era cierto, Víctor era experto en hacer el mundo arder. –¿Qué tal si metemos uno que otro empujoncillo en el careo? Para darle picante y así hacerlo más interesante que el anterior.
–No tengo problema con ello, hagámoslo.
¿Y cómo no recordar su careo anterior?
Cuando tenían a todo el mundo expectante por la extrema cercanía que había entre ambos, incluso los presentadores estaban impresionados.
Por dentro había muchas emociones seguramente, pero desde fuera, solo pudo observarse al español decirle algo al más alto que lo hizo reír, y todos fueron testigos de cómo Cristóbal en respuesta se acercaba al contrario para susurrarle al oído, haciendo que por un segundo sus bocas estuvieran tan cerca que todos creyeran que se darían un beso.
-Oye, oye, oye- Dijo con sorpresa uno de los presentadores.
-Tenemos un micro arriba, no sé si la gente en sus casas estará oyendo lo que se dicen- Comentó Sandor.
-Hay beef, eh- Agregó Reven.
¿Beef? Joder, casi se besaban.
Víctor se echó para atrás, alucinado por la proximidad, pero Cristóbal apaciblemente le indicó que diera un paso al centro nuevamente y hacer el careo bien.
Hoy por hoy, Víctor tenía una mentalidad diferente; estaba convencido de que las cosas esta vez tenían que ser diferentes. Iba a demostrarle al mundo que era capaz de trabajar duro sin necesidad de sustancias. No quería juegos, estaba listo para convencer a todos los que había decepcionado que iba en serio esta vez.
Luego de que Víctor y Cristóbal, junto a los presentadores, estuvieran casi cuarenta minutos hablando y discutiendo los términos en los que se llevaría a cabo el combate, el staff avisó a los dos participantes que era el momento de colocarse en posición para el cara a cara.
-¡Shelao y ViruZz, podéis ir a la foto oficial de este cuarto combate de La Velada del Año IV!- Anunció Ibai. Por lo que ambos peleadores se dispusieron a caminar al medio del escenario para estar frente a frente el uno al otro.
Como era de esperar, sus cuerpos una vez más estaban tan cerca que sus narices se rozaban y sus cabellos se encontraban. Justo como el año pasado, el rostro de Cristóbal estaba tranquilo, mientras que Víctor esta vez estaba muy serio y transmitía mucha competencia.
Ambos recibían la presión del público expectante, era una de las peleas más llamativas ya que ambos hombres eran unos entusiastas del deporte, y para muchos, sin duda sería el combate estelar.
Víctor propinaba ligeros empujes al pecho de Cristóbal, demostrando rivalidad y clavándole la mirada con fingida hostilidad para encender al público. Y aunque en un principio el más alto se resistió, de un momento a otro sorprendió a todos cuando inesperadamente arrojó al español haciéndolo trastrabillar casi cinco metros atrás.
En teoría todo estaba bien, pero el problema fue que tal vez sí se pasó un poco con el tema de la fuerza.
"¡Dale, Shelao! ¡Este combate es tuyo!"
"¡Contigo a muerte, Shelao!"
"¡Vamos que la tienes fácil, Shelao!"
Todos en el público clamaron maravillados.
Y Víctor no contó con que, a partir de ese momento, por más molesto que estuviera y por más que lo intentara, no iba a poder mover al chileno ni un centímetro.
Nuevamente se había vuelto objeto de burlas.
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🌸Yo cuando por fin logre conocer a Shelao: