Víctor fue recibido con euforia por su gente. Las lágrimas corrían incontenibles por todo su rostro cuando César lo abrazó firmemente, sosteniéndolo.
-Mírame a la cara- Le dijo. -Escúchame, Víctor. No le debes nada a nadie. ¡Te mereces esto! ¿Me oyes? Has trabajado muy duro.
Víctor era un torbellino de emociones, había alcanzado su objetivo, pero el precio había sido alto. Había lastimado a Cristóbal.
-Ve, celebra con la gente- Insistió César, intentando en todo momento que Víctor disfrutara cada segundo. -¡Este es tu momento!
Víctor, sin poder parar el llanto, se apoyó en sus rodillas ante el público que lo aclamaba coreando su nombre. Ganar el combate era simbólico, y el tema de la redención probablemente solo era para mantener el interés del público, pero en verdad sentía que se quitaba un peso de encima.
No pasó mucho para que el anuncio oficial del ganador llenara el estadio. Víctor alzó sus brazos al aire mientras Salva le colocaba el cinturón de campeón.
-Muchas felicidades, Víctor. Bien hecho- Lo felicitó, y Víctor le sonrió brevemente. Solo podía enfocarse en una cosa.
Cristóbal.
Se percató de que este se acercaba a él, luciendo más recuperado, haciendo que el corazón de Víctor se acelerara en medio de todos sus sentimientos encontrados.
La sonrisa sincera en el rostro tranquilo de Cristóbal marcó la pauta para que Víctor automáticamente se abalanzara contra él, siendo correspondido enseguida en un fuerte abrazo de felicitación.
-Felicidades, Víctor- Cristóbal susurró en su oído dulcemente. -Lo hiciste muy bien, te lo mereces, en verdad- Víctor sintió sus ojos aguarse, y sin poder decir ni una palabra, recargó su cabeza en el hombro del contrario, conmovido.
-Perdóname, Cristóbal, no quería hacerte daño...- Cristóbal se alejó un poco para verlo a los ojos, tomando sus manos.
-¿Eso es lo que te preocupa? ¿Un golpe?- Cristóbal sonrió, y Víctor sintió su mentón temblar. -No llores. Anda y celebra, que tú y yo tenemos algo pendiente- Agregó con un guiño, reconfortándolo y haciendo que su corazón bombeara emocionado.
Y sin más, Cristóbal quiso darle espacio al ganador, sin esperar que este tomara su brazo para alzarlo frente al público en señal de respeto y admiración, y nuevamente, la ovación del público no se hizo esperar.
Fue una gran pelea.