Capítulo 100 - Epílogo de Zhou Li

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A los ocho años, Zhou Li tenía algunos pensamientos diferentes y de repente decidió buscar un marido. ¿Por qué tuvo este pensamiento de repente? Todo fue por culpa de su padre.

Ese día, llovía bastante y el trueno retumbaba. Zhou Li recordó las historias que su padre le contaba cuando era pequeño. Decía que cada trueno tenía un significado especial: algunos eran para castigar a los hijos desobedientes, otros eran para criaturas que querían convertirse en inmortales y debían soportar el castigo del trueno, y algunos estaban destinados a los espíritus malignos. Zhou Li pensó que el trueno de esa noche parecía destinado a los espíritus malignos, y, asustado, fue a golpear la puerta de la habitación de su padre y su madre.

Golpeó durante un buen rato sin que abrieran, así que gritó un par de veces. Finalmente, su padre, frustrado, le gritó y no le permitió entrar, además de decir que si tenía miedo debía buscar un compañero, y que si seguía así, terminaría mal, aunque no sabía qué se malgastaría.

Aunque al final su madre lo acompañó a dormir en su habitación, el incidente le dio un golpe profundo a Zhou Li y plantó en su joven corazón el deseo de encontrar un compañero.

No sabía qué era un compañero, así que preguntó a su hermano mayor, quien entendía el extraño lenguaje de su padre y le explicó que un compañero es lo mismo que un marido. Zhou Li preguntó a su hermano mayor qué significaba eso de "malgastarse", y su hermano mayor se sonrojó de inmediato y salió balbuceando.

"¡Qué poco hombre! Aunque le llaman 'Señor Ministro', ni siquiera puede responder una pregunta sin torpeza. Si no sabe, que lo diga, en vez de comportarse como una niña tímida."

Así que el audaz Zhou Li montó un caballo y salió en busca de un compañero.

La verdad es que ni los vecinos, ni los niños de la escuela primaria le agradaban. A pesar de su corta edad, Zhou Li tenía ideas claras. Pensaba que su padre era un hipócrita, un zorro sonriente que, mientras te llamaba hermano, en secreto te vendía y te hacía sonreír al contar el dinero, sin faltar un solo centavo.

Y tampoco le gustaba el tipo de su hermano. La razón era que era muy falso y tenía un corazón oscuro.

Su hermano siempre tenía un rostro sombrío y no sonreía, pero en su interior no era menos calculador que su padre. Por ejemplo, su cuñada, que su hermano había conquistado primero. Pero su hermano fingió no estar interesado y sedujo a la cuñada. Aunque su hermano tenía algo de atractivo, no entendía cómo su madre podía haber elegido a su padre. Finalmente, la cuñada quedó completamente enamorada de su hermano, jurando que no se casaría con nadie más.

Al final, el padre de la cuñada tuvo que humillarse y pedirle a su padre que aceptara a su hija. Su padre, el astuto zorro, sabía perfectamente los verdaderos pensamientos de su hermano, pero actuó como si no pudiera aceptar. Sin embargo, no rechazó la propuesta y dejó que el padre de la cuñada se lo dijera a su hermano. Así que su hermano actuó como si no pudiera rechazar la oferta y la cuñada quedó profundamente conmovida, creyendo que su hermano la estaba eligiendo por ella. No pensó en cómo los oficiales más importantes habían rogado y ofrecido sobornos, pero su hermano siempre había mostrado desdén.

"¿Crees que no lo sé? Cuando pasé por el dormitorio de mi hermano en la noche, estaba soñando felizmente, llamando el nombre de mi cuñada. Qué buen actor."

Aunque su hermano amaba mucho a su cuñada después del matrimonio, cualquier persona podría ver que la amaba, pero él le había contado a su cuñada la verdad, y ella no le creyó, diciendo que él no entendía nada.

En su opinión, su madre y cuñada eran como dos conejitos caídos en una guarida de lobos, pensando ingenuamente que los lobos eran herbívoros.

Él no era tan ingenuo. Los hombres, bah...

Marido en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora