-Se dio un golpe muy fuerte en la cabeza.-explicó el doctor acomodando sus lentes.
-¿Puedo verlo?-pregunté.
Estaba en el hospital, siendo las 11 de la noche,cargando a Yess en mis hombros mientras dormía. Estaba realmente preocupada. Mi hermano se había marchado hace unos minutos.
-Puede, pero está en coma.-me dijo.
-¿Cuanto durará así?-pregunté con un hilo de voz.
-Semanas, o meses.-suspiró.-No se exactamente cuanto.
-Gracias.-dije.
Avancé y acomodé a Yess en un pequeño sofá que había.
-Hola Justin.-murmuré.-Se que no me escuchas, pero tengo que decirte que te quiero. Se que no es el mejor momento, pero te quiero. Estaré todos los días acá hasta que despiertes, a tu lado. ¿Ok? Yess está bien, cree que estás durmiendo, la llevaré al colegio todos los días, como siempre. Pero por favor, despierta Justin...
Nada.
-Te quiero ¿si?-le besé los labios.
Estaba fríos y ásperos, pero aun así, sentía el beso como si fuera real.
-Mañana vengo.-suspiré.
Me levanté, y salí de ahí cargando a Yess.
*Un mes después*
Las esperanzas no se han ido, siguen y seguirán presentes hasta que Justin despierte, ha pasado un mes, y ni siquiera se ha movido un milímetro.
-¿Bueno?-contesté.
-¡Señorita __!-me dijo el doctor al otro lado de la línea.-¡Tiene que venir, Justin ha despertado!
Dios mío, no pude hacer más que recoger rápidamente a Yess, e irme al hospital, lo más rápido que pude.
-¿Puedo verlo?-pregunté con respiración entrecortada,por lo rápido que había corrido.
-Si,claro.-sonrió.
Yess también estaba feliz, entró y corrió a abrazar a su papá.
-¡Papi!-gritó.-¡Te extrañe!
-Yo...también.-musitó con voz rasposa.
-Hola.-fue lo único que se me ocurrió, ¡que brillante soy!
-Hola ___.-sonrió.
-Papi, voy al baño.-dijo Yess.
-Ok.-contestó.-Así que...¿me quiere?
-Em..si.-contesté avergonzada.
-Fue lindo escuchar eso.-respondió.
-¿Escuchaba todo?-pregunté.
Dios, que vergüenza.
-Si, cada palabra.-suspiró y comenzó a toser.-¿Cuando me dan de alta?
-No lo sé.-alcé los hombros.-¿Quiere que pregunte?
-No, no.-dijo negando la cabeza.-Quédese conmigo.
-Seguro.-asentí.
-También sentí el beso, sin duda uno de los mejores.-sonrió.-Pero me quedé con ganas de otro.
-¿Enserio?-pregunté divertida y a la vez apenada.
-Ajá.-sonrió.
Su rostro estaba algo pálido aún, tenía bolsas bajo los ojos, y sus labios seguían igual.
-Bueno.-murmuré.
Me acerqué y le di un beso corto, de echo, el más corto que le he dado.
-Listo.-sonreí.
En eso, entró el doctor.Comenzó a darle indicaciones,lo darían de alta en 2 días, tenían que hacerle aún unos estudios, para comprobar y aprobar, que no iba a tener una recaída, el golpe había debilitado sus huesos, y tendría que andar en silla de ruedas por 2 semanas. También, tendrían que contratar a una enfermera, para que lo ayudara a cambiarse, realmente sus huesos estaban débiles-pensé.
-¿Una enfermera?-logró decir.-¡Seré un completo inútil!
-No diga eso, es solo por dos semanas.-le dijo el doctor.-¿Quiere que yo le asigne una enfermera, o usted tiene alguna en particular?
-Si, ya tiene una.-contesté yo.
Se me había pasado por la mente, esa loca idea de cuidarlo yo, pero no había pensado en las consecuencias, ahorita, no se me venía nada a la mente más que los celos que le iba a tener a la enfermera que tuviera que cuidarlo día y noche.
-¿Quién?-preguntó el confundido.
-Yo.-sonreí orgullosa.
-¿Usted?-preguntó sin sorprenderse el doctor.
-Si, yo.-sonreí.
-¿Está de acuerdo, señor Bieber?-preguntó.
-Claro.-sonrió.
El doctor anotó algunos datos más, y salió deseándonos buenas tardes.
-Así que... ¿serás mi sexy enfermera?-preguntó burlón.
-Ajá.-asentí.
El solo rió y señaló sus labios con su dedo índice para que lo besara.--------------------------
e.e
7u7
OK YA
dios que pasara