Me encerré en la habitación y me tranquilicé, le había gritado a mi "jefe" y ahora, posiblemente, me tache de mentirosa, por haber dicho que Mary su querida e interesada esposa, quería mandar a su hija, a Alemania.
-Abra.-escuché su voz.-Necesito hablar con usted.
-No, estoy cansada ahora,puede venir más tarde.-dije aún con la voz temblorosa.
-Por favor, abra.-dijo más alto.
-No,ya le dije.-comenté enojada. Odiaba que la gente insistiera, rogara. Era algo que no podía soportar.
-¡Abra!-gritó.
Enojada, me paré y abrí la puerta, el solo me miraba con odio a los ojos. Sin decir nada, entró a mi habitación y comenzó a caminar alrededor, como si estuviera nervioso.
-¿Así que dice, que mi prometida quiere mandar a Yess a Alemania?-preguntó.
-Si.-dije segura.-Ya se lo dije.
-Pues no le creo nada.-dijo enojado.-¿Cómo se atreve usted, a decir eso?
-Porque es verdad, y yo siempre.-recalqué la palabra "siempre".-Digo la verdad.
-Pues creo que se equivoca, ella me acaba de decir, que usted, la a amenazado, con mandar a Yess a Alemania.-dijo.
-¿Y porqué, según ella, la amenazé?-dije con ironía.
-Dice que le tiene envida, al parecer, si.-dijo.-Le tiene envidia a Mary, porque Yess la adora.
-¿Ah,enserio?-pregunté.-¿Yess adorar a Mary? ¡Porfavor! ¡Es tiempo de que comienze a conocer a su hija! ¿Acaso usted le ha preguntado lo que opina sobre ella? ¡No!
-Pero yo sé que la adora.-aseguró.
-Ok, está bien.-dije para que ya me dejara en paz.-No le tengo envidia, ni a ella ni ha nadie, así que ¿puede retirarse?
-No me iré.-dijo y se sentó sobre la cama.-Hasta que diga, "si, amenacé con mandar a Yessica a un internado"
-Pues no lo diré, porque es mentira.-le aseguré.-Y lo más estúpido, es que cree que le tengo envidia, por Dios, que se baje de su nube. ¿Que es lo que le puedo envidiar? ¡Nada!
-A su prometido.-guiñó el ojo.
-¿Su prometido?-grité riendo.-Por favor, no sea cínico. ¿Envidia de usted?
-Si, de mi.-se puso de pie.
-Pues no.-reí.-Déjese de idioteces, y salga de mi habitación.
