Octubre 2026 — MenorcaVioleta remueve distraídamente su café. En realidad, es solo una excusa para que sus manos hagan algo, de lo contrario está segura que no sería capaz de ocultar su tembleque. El peso de la locura de la decisión que tomó el día anterior sin pararse a pensarlo dos veces está por fin cayendo sobre sus hombros, y no sabe muy bien si la sensación que siente por dentro la empuja a gritar, correr, vomitar, o las tres a la vez.
—¿Seguro que no quieres nada de comer?
—Café está bien. Gracias.
Chiara se sienta enfrente de ella, en una acogedora mesa de jardín que su familia tiene en el patio trasero, sus cuadernos y guitarra ahora abandonados. Ha debido pensar que el sol de la mañana era un lugar apropiado para la conversación que deberían estar teniendo, pero es demasiado temprano para que caliente de verdad, y Violeta siente todo su cuerpo completamente rígido, sea por el frío o por los nervios.
Da un sorbo a su café, buscando algo de calor, y se sorprende tanto que casi se atraganta cuando saborea un toque de canela, en la medida justa.
—Bueno —Chiara carraspea, tras un momento de silencio incómodo—. Querías hablar, ¿no?
—Creo que no soy la única que debe algunas explicaciones.
—Excuse me?
—Has estado desaparecida dos años, Chiara —Violeta dice—. Dos años sin saber nada de ti. ¿Y ahora vuelves y pretendes hacer como si nada? —Violeta sacude la cabeza con tristeza—. Lo estoy intentando, no sé el qué, porque no tienes ningún interés en arreglar nada, pero por lo menos estoy intentando que esto no sea una completa mierda si vamos a seguir viéndonos tan frecuentemente.
—Eso no es justo —el tono de Chiara es cortante, y Violeta se sorprende—. Ya te lo dije, Violeta. Te has presentado en mi casa y he decidido escucharte. Pero eso no significa que yo esté dispuesta a hablar.
Una pausa. Violeta contempla sus opciones con los labios fruncidos. La actitud de Chiara le duele, y no sabe hasta qué punto se la merece. Pero así no van a llegar a ninguna parte, así que se propone así misma guardar la frustración que nace en ella para más tarde. Ya ha dejado atrás toda su dignidad apareciendo en casa de Chiara sin previo aviso. De perdidos al río.
—Muy bien —dice, consiguiendo que Chiara levante los ojos de su taza y la mire con cautela—. Quiero empezar disculpándome. Primero por la otra noche, y segundo por presentarme aquí y convertir esto en una encerrona, pero...
Chiara ladea la cabeza hacia un lado, intrigada. La observa con detenimiento, y Violeta agarra la taza con fuerza, buscando un punto de apoyo que calme el nerviosismo de su cuerpo.
—¿Pero qué? —pregunta Chiara, cuando Violeta parece no ser capaz de seguir hablando.
—Al día siguiente habías desaparecido y, no sé, entré en pánico —Violeta admite—. La última vez que tuvimos una discusión así, al día siguiente no estabas, y no volví a verte en más de dos años.
Chiara baja la mirada, se da un momento para encajar las palabras mientras traga saliva visiblemente.
—Bueno, tampoco lo intentaste.
Violet siente como si le hubieran echado una jarra de agua fría encima.
—¿Qué?
—Tenías mi teléfono, ¿no?
—Y qué iba a hacer, ¿mandarte un mensaje y rezar para que no me hubieras bloqueado?
No es que la idea no hubiera pasado por su mente millones de veces, pero la audacia de Chiara le hace soltar un bufido de indignación. Chiara solo la mira, retándola, y consiguiendo que Violeta se esfuerce en reprimir un enfado enterrado desde hace tiempo.
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Silver Springs
FanficDos años después de Operación Triunfo 2023, Violeta, a pesar de ser la sexta expulsada, ha mantenido una de las carreras más exitosas y estables y tras el lanzamiento de su primer disco. Violeta prepara su segundo álbum, buscando una voz más persona...