Noviembre 2026 — MadridChiara nunca ha sido de esas personas que se levantan con resaca, sea por su juventud o por el aguante de su cuerpo, no importa cuanto se pase con la bebida la noche anterior, nunca se levanta con malestar por ello. Eso no quiere decir que no se le revuelva la tripa cuando se despierta y recuerda los sucesos de la noche anterior.
Más concretamente, la forma en la que apenas tuvo algún tapujo en confesarle a Violeta sus verdaderos sentimientos de una forma completamente totalmente precipitada, después de haber estado bailando toda la noche pegada al cuerpo de otra chica.
Aunque nadie puede verla, se tapa la cara con las manos de la vergüenza, recordando la forma en la que tuvo que ser Violeta, con la cabeza fresca, la que parara la conversación. Una conversación que no debería haber sucedido de esa forma... porque ese es el motivo por el que Violeta la paró, ¿verdad?
El pánico se apodera de ella, inundando su cuerpo de malestar, ante la posibilidad de que Violeta no hubiera estado interesada en escuchar lo que Chiara quería decir por otros motivos. Pero recuerda la advertencia que le dio Denna, pidiéndole que velara por los sentimientos de Violeta. Y recuerda la forma en la que la miraba cuando se acercó a ella en la mesa de billar, y más tarde, en el coche. Todo eso fue real.
En un acto de fe y valentía, Chiara desbloquea su teléfono y busca el chat con Violeta.
Chiara
gracias por lo de anoche
podemos hablar?
Lanza el móvil a la cama y se levanta con rapidez, tiene que prepararse para ir al estudio con Paul, aunque eso no impide que revise la pantalla cada pocos minutos para ver si ha entrado una respuesta de Violeta. No tiene suerte en todo el tiempo que tarda en estar lista para salir de casa, ni en el trayecto al estudio donde han quedado.
Pasa todo el día en un estado de impaciencia terrible, mirando al móvil cada dos por tres, cada vez más frustrada que la anterior. Horas después, en la pausa para la comida, todavía no ha recibido una respuesta, así que Chiara vuelve a escribirle, preocupada porque Violeta esté enfadada.
Chiara
lo siento si me pasé un poco
me gustaría hablarlo en persona
A media tarde, sin señales de Violeta, Chiara por fin vuelve a casa y se deja caer con un suspiro en el sofá, consiguiendo una mirada de reojo por parte de Ruslana, que estaba absorta en la pantalla del teléfono.
—Sé que Paul es un pesado a veces —Ruslana baja la voz del programa que estaba viendo de fondo en la tele—, pero no pensaba que te resultara tan deprimente.
—Déjalo en paz —Chiara ahoga un bufido contra el cojín en el que ha dejado caer su cara—. ¿Y Martin?
—Otra vez ha desaparecido misteriosamente.
Ruslana lo dice con tono de burla, pero eso recuerda a Chiara que Violeta sabe algo de los planes misteriosos de su amigo, y el pensamiento en Violeta hace que vuelva a mirar la pantalla de su móvil impulsivamente, otra vez más sin ver la notificación que tanto espera.
—¿Se puede saber qué te pasa? —Ruslana alza una ceja ante su extraño comportamiento.
Chiara tiene dos opciones: por una parte puede seguir ocultándole a su mejor amiga sus verdaderos sentimientos, sabiendo que no está haciendo un buen trabajo de ello, o puede por fin confesar sus dudas en voz alta, más allá de su cabeza.
Por suerte, está cansada de negar lo innegable.
—Tenías razón —admite con un hilo de voz, girándose sobre sí misma para mirar al techo—. Violeta y yo no podemos ser amigas.
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Silver Springs
أدب الهواةDos años después de Operación Triunfo 2023, Violeta, a pesar de ser la sexta expulsada, ha mantenido una de las carreras más exitosas y estables y tras el lanzamiento de su primer disco. Violeta prepara su segundo álbum, buscando una voz más persona...