Diciembre 2023 - Academia de Operación Triunfo
El reloj marca tan solo diez minutos para dar paso al nuevo año. Es sin duda la Nochevieja más especial que ha vivido Violeta en su vida, aquí en la academia, junto a sus compañeros y rodeados de cámaras. Piensa en su familia, y en la gente que les está viendo.
La semana, tras la salida a casa por Navidad, ha sido la más rara en la Academia, y aunque ahora la ansiedad provocada por la vuelta a casa ha comenzado a desvanecerse por fin, Violeta todavía se siente algo rara, sobre todo en lo que su relación con Salma y Chiara respecta.
La primera por aquella noche de vuelta, donde las dos se encerraron en las duchas y tuvieron una conversación un poco sacada de rosca. Salma había vuelto pensando que sus sentimientos por Violeta eran recíprocos, y con esperanzas sobre el futuro de su relación. Violeta no puede culpar las ilusiones de su amiga, al menos no completamente... Todo había empezado durante la fase de casting, un mes antes de la gala 0, cuando ella y Salma se habían conocido y pasaban prácticamente todo el día juntas. Violeta y su novia, Lucía, habían decidido darse un tiempo, pues no pasaban por el mejor momento en su relación, Violeta a veces se preguntaba si realmente estaba enamorada. Y en una noche de euforia y celebración, Violeta se dejó llevar y acabó liándose con Salma. Pero para ella nunca había supuesto mucho más que un lío de una noche, ni siquiera pasó más que unos cuantos besos de fiesta.
Cuando Violeta volvió a casa después del casting, con la alegría del veredicto, se sentía llena de amor hacia su gente, y con ganas de disfrutarlos hasta el último momento. Pensando en retrospectiva, quizá eso tuviera mucho que ver con que Violeta dejara sus dudas de lado y Lucía y ella decidieron retomar su relación. Violeta le había contado a su novia lo que había pasado, claro, pero realmente para ella aquel lío a penas tuvo importancia y, a pesar de las dudas que sentía, la seguía queriendo.
Porque los sentimientos hacia ella estaban ahí, pero Violeta no podía evitar preguntarse a veces si no debería haber algo más... La relación con Lucía era cómoda, la hacía sentir tranquila, pero Violeta llevaba tiempo pensando que eso se debía más a la costumbre que a que Lucía fuera la persona para ella realmente. Sin embargo, otros días se reñía a sí misma, pensando que eso de "la persona" era una tontería del amor romántico, y que simplemente era su cabeza autosaboteando una cosa buena que tenía.
Por todos esos motivos, Violeta había decidido entrar a Operación Triunfo manteniendo su relación con Lucía. Motivos que, día tras día en el concurso, habían dejando de tener sentido. Pues otra persona distinta a su novia había empezado a ser el centro de la atención de Violeta, completamente, y llegada a ese punto ya no podía fingir más que pretender seguir enamorada merecía la pena.
Pero ahí es donde entra la parte de Violeta que siente culpabilidad. Y es que durante las primeras semanas de encierro en la Academia, Violeta había confesado a sus dos mejores amigas, Denna y Salma, sentirse confundida con cosas que estaba sintiendo que ponían en compromiso su relación de fuera. Y, sin que Violeta se diera cuenta, Salma había pensado que se refería a ella, que Violeta seguía pensando en ella desde aquel lío. Pero Salma no era la persona que se había abierto paso en la mente de Violeta, contra todo pronóstico.
No, esa persona era una bolita de energía que había conseguido revolucionar a Violeta, que conseguía sacarle su parte más juguetona, y que además, necesitaba tanto de Violeta allí dentro como Violeta de ella. Juntas se complementaban a la perfección. Kiki, el apodo que Violeta le había dado al inicio, y que poco a poco habían ido adoptando todos sus compañeros, hasta la propia Chiara. Cada vez que Violeta escuchaba a Chiara referirse a sí misma como Kiki, una sensación cálida inundaba su pecho.
Al principio, había visto a Kiki como una niña de cinco años que le provocaba ternura y quería proteger, sobre todo tras algunos comentarios de Salma, que en retrospectiva tenían más sentido. Pero sin Violeta darse cuenta, Kiki y ella se habían ido acercando, compartiendo momentos en el piano esos primeros días, hablando sobre música y composición, y Violeta había visto rápidamente que su idea inicial de Chiara era correcta, pero incompleta. Y es que Kiki no es tierna desde la inocencia o la inmadurez, sino todo lo contrario. Es una persona que, entendiendo perfectamente lo que ocurre a su alrededor, decide elegir siempre la bondad y la buena fe para enfrentarse al mundo.
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Silver Springs
Hayran KurguDos años después de Operación Triunfo 2023, Violeta, a pesar de ser la sexta expulsada, ha mantenido una de las carreras más exitosas y estables y tras el lanzamiento de su primer disco. Violeta prepara su segundo álbum, buscando una voz más persona...