𝗘𝗑𝖺𝖼𝗍𝖺𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗰𝗈𝗆𝗈 𝗲𝗋𝖾𝗌 - 𝘉𝘭𝘢𝘺 𝘹 𝘒𝘢𝘯

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—     𝘌𝘟𝘈𝘊𝘛𝘈𝘔𝘌𝘕𝘛𝘌 𝘊𝘖𝘔𝘖 𝘌𝘙𝘌𝘚      —

Blay estaba sentado en el sofá de la pequeña sala de estar, hojeando distraídamente una revista mientras el suave sonido de Bruno Mars llenaba la habitación. Era una noche tranquila y apreciaba cada momento de calma que compartía con Kan. El clima era templado y por la ventana abierta entraba una brisa refrescante.

Kan entró en la habitación con una sonrisa en el rostro, sus ojos brillaban cuando vio a Blay allí, tan relajado. Llevaba dos tazas de té, una para cada uno. Mientras se acercaba, Kan se sentó junto a Blay y le entregó una de las tazas.

– Gracias, amor – dijo Blay, aceptando la taza y sonriendo a Kan.

Kan simplemente asintió, manteniendo la sonrisa. Sabía que Blay era un hombre serio a veces, pero su afecto era evidente en cada pequeño gesto.

Mientras la música seguía sonando, Kan se volvió hacia Blay, con los ojos llenos de amor y admiración. – Sabes lo perfecto que eres para mí, ¿no? – preguntó suavemente, su voz llevaba la melodía de las palabras de Bruno Mars.

Blay levantó la vista de la revista, un poco sorprendido. – Qué te hizo pensar en eso ahora?

Kan se encogió de hombros y colocó la taza sobre la mesa de café. – Sólo quería que lo supieras. Me encanta cada pequeño detalle de ti. Tu sonrisa, tu risa, incluso las pequeñas arrugas que aparecen cuando estás preocupado.

Blay se sonrojó levemente y una sonrisa tímida apareció en sus labios. – Eres perfecto, amor. Gracias. Me siento afortunado de tenerte.

Kan se acercó, sus dedos trazaron el contorno del rostro de Blay. – No es suerte, es destino. Te amo exactamente como eres, Blay. Y no hay nada que cambiaría de ti. 

Blay dejó la revista a un lado y se inclinó para darle un suave beso, sus labios encontraron los de Kan en un momento de pura ternura. Cuando se alejaron, Blay tomó las manos de Kan y, con un brillo en los ojos, comenzó a cantar suavemente:

– When I see your face, there's not a thing that I would change, 'cause you're amazing, just the way you are...

Kan sonrió, encantado por la voz de Blay y la sinceridad en sus ojos. Blay continuó, su voz llenó la habitación con palabras que expresaban perfectamente sus sentimientos:

– And when you smile, the whole world stops and stares for a while, 'cause you're amazing, just the way you are.

Kan acercó a Blay, sus corazones latían al unísono. – Te amo, Blay. Nunca lo dudes.

Blay colocó su frente contra la de Kan, todavía cantando suavemente.  – The way you are, the way you are, 'cause you're amazing, just the way you are...

Los dos se abrazaron, la música continuó sonando de fondo. Fue una simple declaración de amor, pero para Kan y Blay era todo lo que necesitaban. En ese momento, supieron que habían encontrado algo raro y precioso: amor incondicional y aceptación total, exactamente como eran.

Blay, sintiéndose envuelto por la música y el amor que compartía con Kan, de repente se levantó, arrastrando a Kan con él. Con un movimiento suave y afectuoso, rodeó la cintura de Kan con sus brazos, levantándolo ligeramente del suelo.

– Ven, bailemos –  dijo Blay, con los ojos brillando de alegría y amor. Kan se rió, sorprendido y encantado al mismo tiempo.

– Estás loco – dijo Kan, pero no pudo resistirse, dejándose atrapar completamente por el momento. Blay comenzó a bailar lentamente, balanceándose de un lado a otro, mientras la música seguía sonando de fondo.

Blay cantó suavemente, casi como un susurro, mientras bailaban:

– When I see your face, there's not a thing that I would change, 'cause you're amazing, just the way you are...

Kan cerró los ojos, sintiendo cada palabra de Blay como una caricia en su corazón. Se acercó más a Blay, dejando que el momento los envolviera por completo.

Blay continuó bailando, dando vueltas suavemente por la habitación. Sus movimientos eran lentos y deliberados, cada paso era un reflejo del amor y la adoración que sentía por Kan. Sabía que no necesitaba nada más en ese momento aparte de tener a Kan en sus brazos.

– Blay –  murmuró Kan, apoyando su cabeza en el hombro de su amado. – Me siento tan feliz contigo. Me haces sentir especial cada día.

Blay sonrió y sus labios tocaron ligeramente la frente de Kan. – Y tú eres especial, Kan. Cada parte de ti. Nunca he deseado nada más que tú, tal como eres.

Siguieron bailando, perdidos en el ritmo de la música y la magia del momento. Para ellos, el mundo exterior había dejado de existir; lo único que importaba era el amor que compartían y la felicidad de estar juntos.

Cuando la canción finalmente terminó, Blay dejó de bailar, pero sostuvo a Kan en sus brazos y lo miró profundamente a los ojos. – Te amo, Kan. Y siempre te amaré, tal como eres.

Kan sonrió, sus ojos brillaban con lágrimas de felicidad. – Yo también te amo, Blay. Más de lo que las palabras pueden decir.

Los dos se besaron suavemente, sellando el momento con un gesto de amor eterno. Y mientras el silencio llenaba la habitación, supieron que sin importar lo que les deparara el futuro, el amor que compartían siempre sería suficiente.

One-Shots YeosMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora