Izayoi En High School DxD

Capitulo 6: Así es Soy un Niño Problemático.

La brisa de la noche se sentía tan bien para Izayoi, sus cabellos se movían de un lado a otro mientras observaba el paisaje ante él. Las luces de los edificios parpadeaban como estrellas artificiales en la vasta ciudad. Era una gran noche, sí, una gran noche para hacer algo.

De repente, una bola de fuego se dirigió hacia él. Sin embargo, la esquivó con un suave movimiento, casi como si estuviera bailando con el viento. Desvió la mirada hacia el lugar del ataque y entonces lo vio: un hombre rubio volando con lo que parecían ser alas hechas de fuego y una expresión de odio en su rostro.

Izayoi no pudo evitar sonreír ante esta visión. "Entonces, risitos de oro, no eres una persona normal, como lo suponía. Déjame adivinar, ¿eres un demonio? ¿Estoy en lo correcto?"

El hombre que volaba frente a él rechinó los dientes con más fuerza. "Maldito humano. ¿Sabes con quién te acabas de meter?"

Izayoi se encogió de hombros con desdén. "No, ¿quieres iluminarme?" Dijo con un tono desafiante, y esa fue la gota que derramó el vaso.

El rubio, lleno de furia, lanzó otra bola de fuego. Izayoi saltó ágilmente para esquivarla una vez más. "Tranquilo, amigo, no te apresures. Tenemos toda la noche para divertirnos," añadió en un tono burlón, mientras la furia de su oponente crecía aún más.

Kalawarner, junto a Asia, salieron de la Arcade justo cuando supieron que ese ya no era un lugar donde podían quedarse tras la conmoción que había provocado Izayoi.

"¡Ese idiota solo causa problemas donde quiera que va! Juro que un día de estos me las pagará," dijo Kalawarner, apretando los puños con frustración.

"No creo que sea momento para eso, Kalawarner-san. Debemos encontrar a Izayoi y prevenir que cause un desastre en el lugar," respondió Asia, visiblemente preocupada. Sabía que si Izayoi peleaba, el lugar terminaría hecho un desastre.

"En eso tienes razón. Debemos encontrarlo," asintió Kalawarner mientras desplegaba sus alas de ángel caído y comenzaba a planear. "Saca tus alas, Asia, y vamos."

Asia se puso nerviosa y juntó los dedos con vergüenza. "Kalawarner-san, es un poco vergonzoso de decir, pero aún no he aprendido a volar," confesó.

Ante estas palabras, Kalawarner cayó en cuenta. ¿Cómo podía haberlo olvidado? Asia ni siquiera tenía más de un día como ángel caído, así que era lógico que no supiera volar todavía.

"Está bien. Saca tus alas, te enseñaré en el camino, ¿de acuerdo?"

Asia, aunque todavía nerviosa, asintió. Sus alas brotaron de su espalda y, con cuidado, comenzó a planear. Kalawarner la agarró con firmeza mientras ascendían juntos.

"No tengas miedo, Asia. Aprender a volar es sencillo, solo necesitas confianza. Visualízate volando y, poco a poco, te acostumbrarás."

Asia asintió nuevamente, decidida. Sabía que aún no podía volar bien, pero haría su mejor intento. Tenían que encontrar a su amigo Izayoi rápidamente, o de lo contrario, un desastre se produciría.

Mientras avanzaban por el cielo nocturno, Kalawarner observó a Asia con orgullo. "Estás haciendo un buen trabajo. Solo mantén la calma y sigue mis movimientos," le dijo con una sonrisa alentadora.

Asia, aunque insegura, sintió una chispa de confianza gracias a las palabras de Kalawarner. Sabía que con su guía, podría dominar el vuelo y juntos, detenerían a Izayoi antes de que las cosas se salieran de control.

"Kalawarner-san, no se preocupe por mí y vuelva como normalmente lo hace. Necesitamos encontrar a Izayoi-san," dijo Asia, intentando sonar segura.

"Tengo en cuenta eso. Pero me preocupa más tu seguridad por el momento," respondió Kalawarner, mirándola con seriedad.