El Jefe ➳ ChanBaek

20

[BaekHyun]

Me desperté por el movimiento en la cama. La habitación estaba oscura, y mi reacción innata fue el miedo... hasta que mis ojos empezaron a enfocarse, y recordé dónde me encontraba.

ChanYeol estaba con su respiración agitada y murmurando algo mientras dormía. La única persona a la que había presenciado tener pesadillas era mi hermano, HyunWoo, después del robo. Él lloraba mientras dormía. Algunas noches era mucho más que eso, y mi madre lo despertaba y lo consolaba. No estaba seguro de si debía dejar que ChanYeol durmiera con esto o no. Él estaba muy inquieto y parecía tan atormentado.

Era difícil verlo sufrir, así que decidí intentar empujarlo un poco. Tal vez solo lo suficiente como para sacarlo de lo que estaba pasando en su cabeza.

Alcanzando su hombro, lo toqué suavemente.

—¿ChanYeol? —Casi salté de la cama cuando abruptamente se sentó derecho.

Parecía confundido al principio.

—¿Qué? ¿Qué? ¿Estás bien? ―Estaba respirando pesado, con el pecho agitado.

Con mi mano aún agarrada a mi pecho que palpitaba rápidamente, dije—: ¡Sí! Sí... estoy bien. Creo que estabas teniendo una pesadilla.

ChanYeol se pasó los dedos por su alborotado cabello.

—Lo siento. ¿Seguro que estás bien?

—Estoy perfectamente bien.

Apaciguado, soltó una respiración profunda y se deslizó fuera de la cama, dirigiéndose al baño. Se quedó allí mucho tiempo antes de que la puerta se abriera de nuevo. La cama se hundió cuando volvió, pero no se acostó de inmediato. En su lugar, se sentó en el borde del colchón con los codos sobre las rodillas, cabizbajo, y su espalda hacia mí.

Extendí la mano y toqué su piel desnuda.

—¿Quieres hablar acerca de ello?

—Realmente no —confesó—. Acabo de empezar a tenerlos de nuevo. No había tenido uno de estos hace mucho tiempo. Al menos de que no fuera consciente de eso de todos modos.

—¿Son... sobre tu prometida?

Él asintió.

—Lo siento.

—No hay nada qué lamentar. Mi hermano los tuvo por un tiempo después del robo. No quiero forzarte a nada, pero... pero tal vez te ayudará si hablas de eso.

ChanYeol permaneció en silencio durante un largo rato.

—Finalmente, te metí en mi cama. Lo último que quiero hacer es hablarte de otra persona mientras estamos aquí.

Me senté y gateé hacia donde él estaba sentado. Yo estaba usando solo mi ropa interior que me había puesto mientras ChanYeol estaba en el baño, me senté a horcajadas detrás de él, envolviendo mis brazos alrededor de su cintura. Tenía la mejilla apoyada en su hombro y mis pequeños senos desnudos se suavizaban contra su espalda. Todavía olía tan bueno, a selva con una masculinidad deliciosa.

—No estamos en tu cama —le dije—. Estamos en mi habitación de hotel.

—No hay lugar para nadie más cuando solo estoy yo, tú y cualquier cama.

Mis brazos se apretaron alrededor de su cintura.

—Bueno, estoy aquí si quieres hablar.

ChanYeol retorció su cuerpo para mirarme. Su mano envolvió mi garganta mientras su pulgar acariciaba el hueco de mi cuello. Se inclinó para pasar la lengua sobre una vena palpitante.