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[BaekHyun]

Me desperté con el sonido de ChanYeol jadeando por aire. Era un sonido arenoso, crudo, ensordecedor que se sentía como si hubiera sido golpeado en el estómago. Esta vez no hubo vacilación antes de despertarlo.

—ChanYeol... despierta. —Lo sacudí vigorosamente

Sus ojos se abrieron y me miró, sin embargo, me di cuenta de que realmente él no me vio.

—Estabas teniendo otra pesadilla —dije.

Él parpadeó unas cuantas veces, y su visión se enfocó finalmente.

—¿Estás bien? —me preguntó.

—Estoy bien, pero tú... sonabas como si no pudieras respirar. No estaba seguro de si era una pesadilla o si estabas teniendo algún tipo de dificultad respiratoria.

ChanYeol se incorporó. Su rostro estaba húmedo de sudor, y se limpió la frente con el dorso de la mano.

—Lamento haberte despertado.

Al igual que ayer, se levantó de la cama y pasó diez minutos encerrado en el baño con el agua corriendo. Cuando regresó, se sentó en el borde de la cama de nuevo, así que hice lo mismo y lo abracé por detrás, solo que esta mañana llevaba una camisa.

—¿Estás bien? —le pregunté. Él asintió a medias—. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

—Podrías quitarte la camisa. Tus pezones frotándose contra mi espalda hacen mucho para detener las pesadillas.

—Uhmm... ya estás despierto —señalé lo obvio—. No creo que eso ayude con las pesadillas de esta noche.

—Tal vez no, pero siempre hay un mañana.

Sonreí, me incliné hacia atrás y levanté mi camisa por encima de mi cabeza. Luego presioné mi piel desnuda como él me lo pidió y le pregunté—: ¿Mejor?

—Por supuesto.

Nos quedamos así por diez minutos, nuestras respiraciones sincronizándose en la habitación tranquila y oscura.

—El papá de SanDara la abandonó cuando ella era pequeña, su madre con sus dos hermanas comieron en un albergue por un tiempo. Cuando SanDara creció, quería dar algo a cambio, así que se ofreció como voluntaria en algunas cocinas locales. Hizo amistad con este tipo, Jay. Él tenía problemas con las personas, no quería que se acercaran demasiado a él, por lo que se negó a dormir en los refugios. Jay estaba siendo acosado por un grupo de adolescentes. Ellos aparecían por la noche en un campamento de vagabundos, donde mucha gente que no tenía ningún otro lugar donde dormir, y ahí empezaron los problemas. Era un juego que a ellos les divertía al parecer. Después de unos días, él volvía con una herida en la cabeza o con moretones.

—Eso es horrible.

—Sí. SanDara fue a la policía, pero no hicieron mucho. Jay no hablaba más que una palabra o dos, y SanDara no podía dejarlo pasar. Ella comenzó a seguirlo por la noche para ver dónde se quedaba, pensando que si daba más detalles a la policía ellos harían algo. Le dije que no era seguro, pero ella no me escuchó. El día de nuestra fiesta de compromiso, Jay apareció en el refugio con la nariz rota y dos ojos negros. SanDara había averiguado dónde se estaba quedando, y fue allí esa noche para ver si podía sacar más información de otros, ya que Jay no hablaba mucho. Se suponía que ella debía esperarme en la estación de tren.

—Oh, Dios.

—La encontré unos minutos demasiado tarde. Jay la acunaba y la mecía de un lado a otro, sentado en un charco de su sangre. La acuchillaron. Debió haberse metido en el juego de esos adolescentes de derrotar a las personas sin hogar. —ChanYeol tomó una profunda respiración—. Murió antes de que llegara la ambulancia.

El Jefe ➳ ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora