CAPÍTULO 7 (PARTE II)

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Rachel.

—Mi amor. Tenemos que ir a la central. —estoy sobre el pecho de Alek, quien da caricias en mi espalda.

—No. Mejor otro día. —murmura como un crío.

—No. Ahora y si no quieres, pues te chingas. —ríe por la última frase.

Como puedo me safo de su agarre y salgo corriendo al baño. ¡Joder!, me duele la cadera.

Corre tras de mi.

A las malas le cierro la puerta en la cara. No quiero quedar inválida.

Abro la ducha y me tomo mi tiempo para lavar mi cabello y enjabonar cada parte de mi cuerpo con paciencia.

Recuerdo que tengo una junta a la que obviamente llegaré tarde y apresuro mi baño.

Salgo de la ducha y me seco con una de las toallas que están enrrolladas en orden encima del lavabo.

Abro la puerta del baño y sin mirar a Alek, me pongo el uniforme otra vez.

—Chaparra... —me llama.

Volteo involuntariamente y desearía no haberlo hecho.

Aleksei está en la cama con los brazos detrás de su cuello y su polla apuntando hacia el abdomen marcado lleno de mis chupetones. ¡Joder! ¿No se cansa o qué mierda?

—No. —hago uso de mi autocontrol y vuelvo a voltear hacia el tocador.

—¿Segura? —vuelvo a verlo y creo que estoy salivando.

Está masturbándose. Su polla bombea mientras la punta destila el líquido preseminal.

—Sí. —trago grueso. Me levanto y peino mi cabello, dándole la espalda otra vez.

En menos de nada lo tengo frente a mi, acorralándome contra la pared.

—No lo creo. —cuela su mano en mi pantalón y un ligero gemido escapa de mis labios cuando toca ese botón hinchado y mojado.

—Mira qué mojada estás... —me quejo cuando otra vez se deshace de mi ropa y ahora estoy en la cama con él encima de mi.

—Nunca me vas a negar lo que me pertenece, nunca vas a negar que siempre vas a estar mojada sin siquiera tocarte. Por que esto, —da una dura palmada— es mío.

No logro decir nada ya que se prende de mi coño y no reprimo el grito.

Su lengua se mueve de arriba hacia abajo, chupando, lamiendo y mordiendo, mete sus dedos en mi canal y siento que veo estrellas.

La vista se me nubla y mi espalda se arquea, muevo mi cabeza de un lado a otro y mis manos aprietan las sábanas, siento que en algún momento voy a explotar de placer.

Los sonidos tan morbosos que hace mientras chupa me vuelven loca, grito aún más cuando el remolino en mi vientre bajo empieza a doler, necesito soltarlo ya.

Las lágrimas se desbordan de mis ojos cuando se aleja y levanta la vista. Nuestros ojos se conectan y literalmente chorreo cuando veo que se lleva los dedos untados de mis fluidos a la boca.

El maldito morbo.

Alek, por favor... —suplico con mi anhelado orgasmo perdido.

—¿Quieres correrte, chaparra? —sus nudillos acarician mi rostro y cuando abro la boca, en vez de palabras, salen gritos,

Se prende otra vez de mi coño como un maldito poseso.

Chupa y muerde mientras pellizca mi clítoris, es tan rudo que empiezo a dudar de si está enojado.

𝑇𝑄𝐺 | 𝐹𝐴𝑁𝐹𝐼𝐶 𝐷𝐸 𝑃𝐸𝐶𝐴𝐷𝑂𝑆 𝑃𝐿𝐴𝐶𝐸𝑁𝑇𝐸𝑅𝑂𝑆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora