📿|CAPÍTULO 8.

5.9K 672 139
                                    

Dominick.

La he encontrado después de tanto tiempo.

Está aquí, en mis tierras donde ella pertenece.

Me paseo en silencio dentro de su habitación viéndola dormir tras las infusiones que le han dejado en un gran sueño profundo para que reparen sus heridas, bajo la seda que la cubre y me atrevo a hacer a un lado la apertura de su camisón para verle el tatuaje que se encuentra bajo sus pechos y acaba antes de llegar a su ombligo.

Su piel es incluso mucho más blanca que la mía y tan suave bajo mis dedos que me es imposible creer que tengo bajo mi techo a la única mujer con el apellido Vasiliev viva.

—He destruido reinos buscándote y te presentaste ante mí en un simple baile—me fue inevitable poner una media sonrisa ante la irónica situación.

Necesito saber que sucedió aquella noche que ella desapareció del mapa. Todo Nárom amaneció con la noticia de que la Dinastía Vasiliev Moore fue masacrada tras que su pueblo se revelara ante ellos, más que solo uno de ellos logró sobrevivir.

Ingenuo no soy y sé que Leonard tiene demasiado peso en ese día.

Trato de ignorar las imágenes que cruzan mi mente al estar tocando su cuerpo, pero son imposibles de evitar. El templo que es su cuerpo ha estado en manos de otros hombres ya que solo hay dos olores que puedo reconocer, aquello llena mi cuerpo de una ira irracional.

El hijo mayor de los que eran sirvientes en el reino de Avalonia y que ahora es un simple cirquero que recoge estiércol.

Y Bastián Friedrich.

—¿Por qué has dejado que mi primo ponga sus irracionales manos de elfo sobre ti?—Aún sabiendo que no me respondería me fue inevitable la pregunta.

Tocaron lo que es mío.

Mi mano izquierda se mueve a la bolsa de mi pantalón para sacar la reliquia familiar que le he estado guardando desde que me fue prometida y sellado en sangre.

El anillo de oro con la piedra rubí brilla como una gota de sangre fresca antes de deslizarlo en su dedo anular donde veo cómo se adhiere para que le quede a la perfección. Me deleito viendo como el tatuaje de mi casa real comienza a marcarse en sus brazos hasta llegar a sus clavículas y desaparecer.

La bruja es mía y siempre lo será aunque a ella no le guste.

Ya la perdí una vez y no lo haré nuevamente.

Vuelvo a cubrirla y me giro para salir de su habitación. Ha estado casi dos días dormida lo que me ha dado tiempo de recuperarme tras haber tenido una estaca de madera casi cerca del corazón.

Los desolados pasillos solamente están siendo iluminados por pocas velas al ser el único pasillo de la torre sur que es usado.

El graznar de mi cuervo se escucha por las ventanas abiertas y se que de tan solo verlo obtendré la información que lo mande a buscar, por eso hago caso omiso al malestar que invade mi cuerpo ante la falta de sangre.


[📿⚔️]


Ágatha se acerca con el cuervo en el antebrazo en cuanto cruzó las pesadas puertas altas de madera oscura y dejó con la palabra en la boca al círculo imperial que está conformado por los consejos y líderes de guerra.

El silencio en el salón es como a mi me gusta, tranquilo y lúgubre. En cuanto el cuervo pasa a posarse en mi hombro las imágenes se vuelven un caos ante mis ojos.

DE HIELO Y CENIZAS. | +21 «𝗕𝗢𝗥𝗥𝗔𝗗𝗢𝗥 𝗦𝗜𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗥»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora