Final

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Aida y Paris decidieron planear una comida familiar, dónde los padres de ambos asistirían.

El timbre de la casa sonó.

— ¡Bienvenidos! —saludó a Benjamín , Aiden y Paris— Pasen por favor —Aurelian extendió la mano para que pudieran pasar— Hagan el favor de sentirse como en casa.

— Hola —sonrió Jong—

— Hola —sonrió devuelta Aiden—

Sí, Aurelian sabía perfectamente la historia de Jong y Aiden. Jong se la había confesado hace unos meses atrás.

Aurelian sabía de un amor fallido que tuvo Jong, pero nunca supo quién era ni como se llamaba. Aunque al principio tuvo un semblante serio, después sonrió y lo aceptó.

Eso no impedía que lo siguiera queriendo.

Winner y Dean observaron a Aiden entrar por la casa, aunque al principio parecían sorprendidos y también estaban avergonzados por lo que habían hecho, sabían que Aiden les había perdonado.

— Vamos, sentarse —Paris tiró de sus padres para que se sentaran. Gesto que también repitió Aida—

Después de la comida, todos se fueron al jardín principal, quedándose solos Jong y Aiden dentro del comedor.

— ¿Qué tal te va con el trabajo? —preguntó Jong—

— Bastante bien, me gusta ser estilista.

Aiden es el estilista del grupo de Benjamín y Leinar.

— Me alegro mucho por ti

— ¿Y tú? —preguntó Aiden de vuelta—

— Bueno, creo que me va bastante bien. Aunque ya no soy joven como antes —rio—

— Tienes razón, ya tenemos una edad —rio de vuelta—

— ¿Vamos al jardín? —palmeó el hombro de Aiden, llamando su atención—

— ¡Oh! ¡Claro!

Jong y Aiden por fin habían cerrado su círculo amoroso.

Aunque era obvio que una parte de Aiden siempre amaría a Jong, y una parte de Jong siempre amaría a Aiden.

Hoy también era el cumpleaños de Alan. Cómo de costumbre, se reunieron en el garaje.

Jeff, North y Sonic decidieron prepararle una fiesta sorpresa, así que le pidieron al resto para que pudieran ayudarlos.

Kim inventó una excusa para traer a Alan al garaje.

— ¡Feliz cumpleaños! —gritaron todos a la vez, saliendo de cada uno los rincones de aquel garaje—

Alan sonrió al ver a todos reunidos como siempre solían hacer, algo de lo que él se sentía satisfecho y feliz.

— Felicidades tío —Jeff le entregó una pequeña tarta que él mismo había hecho—

Alan bajó la mirada a aquella tarta y seguidamente la levantó, mirando a Jeff.

— Gracias —lo besó—

— ¡Felicidades viejito! —North y Sonic se abalanzaron encima suya, abrazándolo—

— Gracias por ser como nuestro padre —habló North—

— Gracias pa —mencionó Sonic sin todavía soltarse del abrazo—

— Ay mis renacuajos, por favor, me van a hacer llorar. Soy un viejo sensible —sonrió— Yo también estoy feliz de ser como vuestro padre —acarició la cabeza de ambos— También de Babe, Way y Kim —rio mirando a los chicos—

Pit RyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora