Capítulo 0 - {El comienzo}

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Winner y Dean habían tenido dos hijos; el mayor era Jong y el más joven era Leinar.

Leinar fue adoptado por ambos cuándo era un bebé, lo habían encontrado en una caja cerca de su casa, en el bosque.

— Leinar —dijo Winner—. ¿Ves esta foto? —Winner le enseñó una foto del equipo de X-Hunter a su hijo—. Tu misión cuándo seas grande, es hacerte amigo del hijo de Pit Babe y traérselo a papá, ¿entendiste?.

— ¡Claro papá! —exclamó de forma obediente Leinar—.

Era solo un niño de cinco años, al cuál le asignaban una misión que no sabía ni de que se trataba, pero siempre creía en las palabras de sus padres.

En otro lugar, se encontraban Charlie y Babe junto a sus cachorros. Cuándo había nacido Chars, decidieron mudarse a una casa más grande y con un gran patio para que pudieran jugar los niños.

— ¡Ryan ven aquí! —Gritó Babe—.

— ¡Atrápame si puedes mamá!

— Te atrapé, niño travieso. —Babe agarró a Ryan y lo cargó—.

— Ryan y tú son cómo dos gotas de agua —rio Charlie con voz ronca—.

— Oh vamos, si Chars es igual de inocente y tonto que tú.

Ambos rieron mientras cargaban a sus hijos, es cierto eso de que ambos eran los reflejos en miniatura de sus padres. Pero no sé sentían ofendidos en absoluto, era un gran regalo.

— Mamá —llamó Ryan a Babe—

— ¿Sí? —acarició la cabeza del pequeño—.

— Cuándo sea mayor, ¡quiero ser piloto de carreras cómo tú!

—Babe se sentía feliz por lo que su hijo mayor había dicho—. Claro, Ryan. De mayor vas a ser el próximo ganador, así cómo mamá. —¿Y tú, Chars? —preguntó Babe a su hijo menor—.

— ¡Yo quiero ser doctor de peluches!

Ambos padres rieron feliz con la confesión de su hijo, estaba claro que Chars era muy inocente y era algo que les encantaba.

— ¡Oh, claro que sí! —Babe se tiró al suelo e hizo cómo si estuviera herido—.

— Papá, ¿qué hace mamá?

— Cariño, mamá quiere que tú le cures así cómo curas a tus muñecos.

— Ohh, está bien. ¡Ya te ayudo mami! —Chars cogió su boletín de juguete y comenzó a "curar" a su madre.

Los padres cada día que pasaban estaban más felices con sus pequeños cachorros. Siempre era una anécdota nueva con esos dos enanos.

Dos días después, todos hicieron un almuerzo en la casa de Alan y Jeff. Hacía tiempo que no se reunían, pues todos estaban ocupados en el trabajo o con los hijos.

— ¡Mamá! —gritó Wat— ¡Ryan no me quiere dar el muñeco!

—Way escuchó el grito de su hijo y se acercó a ver qué sucedía—. Vamos, ¿otra vez estan peleando? Siempre que se ven tienen una discusión nueva.

— Igualitos a sus madres —se acercó Alan por detrás de su amigo—. Babe y tú también peleaban por cualquier tontería, aunque se arreglaban muy rápido.

— Tienes razón —dijo Way entre risas—. Son niños, es normal que siempre estén peleando. Además, Wat y Ryan siempre discuten por quién es el mejor.

Pasó el día, y todos jugaban en el patio. A veces era difícil distinguir quiénes eran los adultos y quiénes eran los niños. En especial North y Sonic con su pequeño hijo. Siempre le decían a Yoshi que fuera a molestar al tío Alan, y el pequeñajo bien obediente lo hacía.

Llegada la noche, Charlie y Babe habían acostado a dormir a los críos y ahora estaban en la habitación. Babe siempre veía los mismos documentales de coches, mientras que Charlie pintaba en su ipad.

—Charlie abrazó a Babe y comenzó a besar su cuello–. Babe...—susurró con la voz entrecortada–.

— ¿Quieres hacerlo? —dijo todavía mirando la televisión—

— Umm...—le metió la mano dentro de la camiseta y comenzó a acariciar sus pezones mientras seguía besando su cuello—. Por favor, Babe.

Charlie era raro que pidiera abiertamente tener sexo, normalmente era Babe el que comenzaba la actividad.

— ¿Entonces a qué esperas? Comienza.

—Charlie arrancó la camiseta de Babe y succionó sus pechos—. Yo también soy cachorro de Babe, así que también tengo derecho a tomar de tu leche ¿no?

— Mm, claro que p-puedes...—la voz de Babe comenzaba a entrecortarse, sentía qué se estaba excitando cada vez más—. Pero creo que ahí no encontrarás leche, será mejor que pruebes en otro sitio.

— De acuerdo —Charlie bajó hasta la parte de abajo y apretó su mano contra el miembro de Babe—. ¿Papá puede tomar esta leche de mamá?

— Ah-h... sí, papá puede. —Babe se excitaba cuándo Charlie le hablaba de esa forma, sentía que se volvía loco—.

—Charlie jaló por el pantalón y los calzoncillos, dejándolo completamente desnudo—. Pasan los años, y todavía tienes buen culo

— ¿Lo crees? Yo también estoy de acuerdo en que sigues teniendo una gran polla.

Charlie subió a Babe en su regazo y comenzó a intensificar los movimientos, así estuvieron un buen rato para luego comenzar con el acto sexual. Después de tres rondas, finalmente se detuvieron.

— Uff... hacía mucho tiempo que no teníamos un sexo tan bueno —jadeó Babe aún cansado—.

— Tener hijos requiere darles mayor parte de nuestro tiempo, es normal.

Ambos se encontraban abrazados, Babe se mantenía recostado en el pecho de su novio, lo único que los cubría era aquella sábana con estampado de coche.

— Babe

— ¿Mm?

— ¿Cómo serán nuestros hijos en el futuro?

— Charlie...—Babe intentó sonar serio, pero seguidamente soltó una risita—.

— ¿Qué pasa?

— Nuestros hijos apenas están comenzando a vivir y ya quieres adivinar su futuro.

— Oww vamos, apuesto que tú también tienes curiosidad de saber eso.

— ¡Claro que sí! Pero de solo pensar eso, significa que no solo nuestros hijos serán mayores, sino que nosotros también seremos demasiado mayores.

— Lo sé —soltó una risita—. Aunque no me preocupa eso, el simple hecho de envejecer contigo me hace feliz.

— ¿Te seguiré gustando aunque sea viejo? —preguntó Babe fingiendo un puchero—.

— A mí siempre me vas a gustar, seas cómo seas o cómo luzcas, para mí siempre vas a ser mi gran hermoso y único Pit Babe, y yo soy afortunado de poder decir esto.

— Te amo mucho, Charlie.

— Y yo a tí, Babe. —Le dio un pequeño y suave beso en su cabeza—.

Mientras miraban fotos de los álbumes que tenían con sus hijos, ellos seguían abrazados y así duraron toda la noche. Y así fue durante muchos y muchos años más.

Pit RyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora