Era por la mañana bien temprano, los rayos de sol penetraban a través de la ventana.
— Keena, despierta —llamó Yoshi mientras tocaba la espalda del dormido—.
— U-um, no quiero —agarró la sábana hasta taparse por completo—.
— Vamos ya son las 9, tenemos que ir al garaje. Si los demás se enteran que dormiste aquí van a pensar mal (como siempre).
— No me importa, quiero seguir durmiendo.
— ¡Vamooos! —agarró la almohada y le golpeó con esta—.
Keena agarró del brazo de Yoshi y tiró de este haciendo que el pelinegro cayera encima suya.
— Oye Yoshi, el desayuno está lis-... —Sonic se quedó parado en la puerta por unos segundos tratando de asimilar la situación—. Sigan sigan, no los molesto —salió de la habitación entre risas—.
— Keena te voy a matar, ahora mis padres van a molestarme —golpeó suvamente en el hombro al mayor—.
— Anda, no te enfades. Seguro que no dirán nada.
North y Sonic se encontraban en el sillón hablando entre risas de lo sucedido en la habitación de Yoshi.
— Buenos días —Yoshi llegó a la sala donde se encontraban sus padres—.
— Hola cariño —sonrió Sonic dulcemente a su hijo—.
— Oye Yoshi, ¿no tienes nada que contarnos? —preguntó North de forma burlona— ¿Ya es tu novio?
— ¡PAPÁ! —se tapó la cara con el cojín del sillón, estaba totalmente sonrojado y no quería que lo vieran en ese estado— ¡No digas tonterías! Solamente estábamos jugando y me caí encima de él.
— Yo también jugué así con tu madre y así es como naciste tú.
— North...—susurró regañando a su pareja—. No digas eso.
— Bueno bueno, te creo. Vete que Keena te está esperando afuera, y llévate el desayuno —indicó North a su hijo mientras bebía su zumo—.
— Adiós —Yoshi abrazó a sus padres para luego marcharse—.
— No debí contarte —bufó Sonic dándole la espalda—.
— Vamos cariño, no te enfades —lo abrazó por la espalda apoyando la cabeza en su hombro—. Es una broma, Yoshi lo sabe.
— Está bien —siguió fingiendo molestia solo para que este le siguiera abrazando—.
Leinar y Ryan se encontraban en un terreno abandonado no muy lejos de la ciudad, pero lo bastante como para que nadie estuviera cerca de ahí.
— ¿Por qué me pediste de venir aquí hoy? —preguntó el rubio quién se encontraba sentado en el capó del coche—.
— Quería practicar contigo y al mismo tiempo conocernos mejor. Si estamos con el equipo, no podremos.
— ¿Por qué?
— Porque son bastantes pesados y de seguro nos molestarían. Además, quiero pasar tiempo contigo.
— Entiendo —hubo silencio durante unos segundos hasta qué finalmente rompió el silencio— ¿Te puedo preguntar algo?
— Sí claro, ¿el qué?
— ¿Por qué quisiste ser corredor de coches?
— Bueno, desde que tengo uso de razón mis padres me llevaban a mí y a mi hermano al garaje y veía a mis padres correr. Así que digamos que estoy seguro que mis primeras palabras fueron "quiero ser como mamá de mayor" y bueno así fue.
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Pit Ryan
RomanceRyan, el hijo mayor de Charlie y Babe, se convierte en el próximo corredor número uno de Tailandia, como alguna vez lo fue su madre, Pit Babe. Un día, se enamora de un chico sin saber qué es el hijo del enemigo. ¿Qué pasará entre ellos cuándo Ryan s...