Capítulo 13

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Alan había alcanzado a los jóvenes al aeropuerto en una de sus grandes furgonetas de 9 asientos.

— Comportarse bien —dijo Alan—. Y no hagan travesuras porque estarán en otro país.

— Sí tío, nos portaremos bien —respondió Ryan—

— Bueno, te los dejo a cargo Khalan. Tú eres el más sensato aquí —apoyó la mano en el hombro de su hijo y le sonrió—. Pásenla bien.

Los jóvenes se despidieron del mayor y subieron al avión.
Después de 6 horas llegaron a su destino.

— Ya me enamoré de Japón —sonrió Yoshi por todo lo que veía a su alrededor— ¿Keena y si vivimos aquí?

— Bueno, no hay problema. Recuerda que soy hijo un japonés-tailandés y de un coreano —sonrió orgulloso Keena—

— ¿Sabes japonés y coreano? —preguntó Leinar sorprendido—

— Se coreano y algo de japonés.

— Entonces serás nuestro traductor —palmeó Wat en la espalda de este—

— Esto parece una luna de miel colectiva —rio Ryan—

— Sí, todos excepto Zhan y Khalan.
—Keena se burló de sus amigos que aún no eran pareja—

— Bueno bueno, mejor vamos primero al hotel a dejar nuestras cosas y ya luego recorremos Tokyo —sugirió Wat, cansado de cargar con la maleta—

Los chicos al llegar al hotel se repartieron cada habitación por pareja. Por lo qué Khalan y Zhan tuvieron que compartir habitación.

Salieron del hotel y luego fueron a dar vueltas por la ciudad. Estuvieron horas y horas paseando.

Todos creen que las tiendas se quedarían vacías por las excesivas compras de Yoshi.

— Creo que vas a tener que comprarte una maleta solo para llevar lo que te compras —sugirió Zhan mirando las bolsas que traía en la mano—

— ¡Buena idea! Me voy a comprar una maleta con el diseño de Mario.

— Yoshi ya tienes una maleta de Mario —rio Khalan—

— Pero yo quiero otra, con otro diseño, distinta —refunfuñó el menor—

— Bueno bueno, vámonos a pasear. Ya dejen de charlar —regañó Khalan—

El grupo de amigos investigó todas y cada una de las bellas calles de Tokyo. Compraron desde las pequeñas máquinas expendedoras, hasta los grandes comercios.

Después de horas caminando, fueron al hotel y cenaron.
Al terminar la cena, cada uno se fue por su lado.

Zhan se encontraba en el gran jardín del hotel fumando su cigarro terapéutico.

— Hola —saludó Khalan a Zhan para sentarse a su lado—

— Hola —sonrió al recién llegado—

Ambos cruzaron miradas como había pasado la última vez, el mismo tenso ambiente.

— ¿Te gusto? —preguntó Khalan directamente al mayor—

— Ehh...—Zhan se había quedado atónito ante la pregunta—

— Me gustas desde hace un tiempo bastante largo, la verdad. Pero como nunca he estado enamorado antes, estaba confundido.

Zhan se quedó completamente en blanco pero estaba lo bastante feliz por la declaración del chico.

— Bueno, en verdad también me gustas desde hace bastante tiempo, pero no era capaz de decírtelo.

Pit RyanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora