Pit Ryan

Capítulo 11

Habían pasado meses desde que Leinar había tenido aquella pelea con sus padres. No había vuelto a casa desde entonces, se ha estado quedando en casa de Ryan.

Finalmente Keena, Chars y Khalan se graduaron de la universidad. También habían pasado muchos cumpleaños como el de Chars, Ryan, Wat y Zhan.

Ayer había sido el cumpleaños de Sunny, pero hoy recibiría un gran regalo, el nacimiento de su pequeño hijo. Kenta, Kim, Alan y Jeff fueron los primeros en llegar.

— Tranquila cariño vas a estar bien —sonrió Jenny a su amada mientras le agarraba de la mano— Te acompañaré en el camino.

— Hija vete con ella, nosotros les alcanzaremos en el hospital —dijo Jeff—

Jenny la acompañó en la ambulancia. Al final todos fueron avisados y se dirigieron al hospital. Estaban demasiados nerviosos.

— No me creo que mi hija ya vaya a ser madre —dijo Kim con los ojos llorosos—. Hace nada era una bebé y yo la cargaba en brazos.

— Lo era cariño, pero todos crecemos —Kenta abrazó a su pareja, también se encontraba feliz por el nacimiento de su nieto—.

— Ahora si que serás abuelo de verdad Alan —se burló North—.

— Tienes razón North, Alan ya es abuelo —se burló de vuelta Sonic—

— Ustedes —señaló Alan a la pareja ofendido— Pasan los años y siguen siendo igual de infantiles.

— Creo que no deberían hablar tanto, quién sabe si también serán abuelos dentro de poco —dijo Jeff entre risitas—

Después de tras largas horas, Sunan finalmente había nacido. El parto había salido perfectamente.

— Al fin nació nuestro pequeño —Jenny besó la frente de su novia y luego la cabeza de su pequeño hijo con lágrimas de felicidad—. Estoy feliz.

— Yo también lo estoy —sonrió de vuelta la pelirroja—.

— ¿Familiares de la señorita Sunny? —dijo el enfermero—.

— Aquí —gritaron los padres de ambas chicas—.

— Perfecto, primero pueden pasar los abuelos y luego el resto —indicó para luego retirarse—

Los mayores habían entrado a la habitación llenos de nervios y emoción por conocer al pequeño.

— Mi niña —sonrió Kim— ¿¡Estás bien!?

— Eso hija, ¿estás bien? —repitió Kenta—

— Lo estoy —sonrió la pelirroja a sus padres—. Y el pequeño también está bien.

Los mayores presentes se emocionaron al ver al pequeño, pero el que más les llamó la atención fue Alan, quién también lloró.

— No llorabas así desde que nacieron nuestros hijos —sonrió Jeff a su amado para luego abrazarlo—

— No estoy llorando, solamente se me metió una basura en el ojo —rio dulcemente el mayor—

Después de unos largos minutos, salieron los mayores y procedieron a entrar los primeros tíos de Sunan.

— Así que este es mi sobrino, yo dije que se parecía a mí —sonrió Keena orgulloso—.

— Ni lo sueñes, obvio tiene que ser como yo —contestó Khalan ofendidos—.

— Vamos no peleen —rio Sunny—.

— Claro que no tienen que pelear, porque es obvio que se parece a mí, su papi —Jenny se señaló a si misma—. Yo lo hice, se parece a mí —sonrió burlona—.