3. Leave | Nate Maloley

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En cuanto abriste tus notificaciones de twitter, solo podías ver mensajes de odio. Nunca has podido entender como después de 1 año y medio de relación con Nate , la gente todavía no entienda el hecho de que Nate te ama y ustedes son felices juntos.

Nunca te han afectado los mensajes de odio, pero últimamente eso ha cambiado. Tal vez sea por el hecho de que Nate no está tanto en casa como lo estaba antes.

Parece que cada noche él sale con sus amigos y todos los días tiene algo que hacer. Y aún cuando está en casa los dos están distanciados, y todo eso sólo te causaba más razones para creer lo que los haters dicen: 'Nate no te quiere'

-Nena, voy a salir.- Nate gritó desde el salón. No había ninguna razón para responderle, nada de lo que djieras iba hacerlo cambiar de opinión, así que no dijiste nada y subiste las escaleras hacia la habitación de invitados para tratar de dormir un poco.

Últimamente has estado durmiendo en esa habitación, lejos de tu novio ebrio. Cuando dormían en la misma cama, él acababa despertándote a las 3 de la mañana cuando se sentía "Caliente", así que has recurrido a la habitación de invitados.

Cuando despiertas por las mañanas piensas en las palabras de todos esos haters, la pérdida de comunicación que estás experimentando con Nate y el odio a ti misma por ser tan cobarde para decirle lo que necesita saber. Todo eso hace que decidas que es hora de retomar tu vida.

A medida que te levantas de la cama , a punto de prepararte para tu escapada, la puerta principal se abre significando la llegada de Nate mucho antes de lo esperado.

Escuchastes sus pasos que subían por las escaleras, esperando hasta que escuchaste la puerta de vuestro habitación cerrarse. Esperaste un momento más, asegurandote de que estuviera en la habitación el resto de la noche. Una vez comprobado que estaba en el baño, corrsite al armario y agarraste una maleta dejandola con cuidado en el suelo para después ir otra vez al armario y coger las prendas necesarias para llenar la maleta.

Colocando todo frenéticamente los objetos en la bolsa, oyes como alguien se aclara la garganta. Te congelas sabiendo que es Nate y temerosa volteas a verlo.

-¿Qué mierdas estás haciendo?- preguntó, su tono te lleno de culpa.

Dejarías a Nate y no de una manera decente, lo dejarías sin decirle ni una palabra ni una nota. Sólo escaparías. Nate tenía todo el derecho a estar molesto contigo.

Lentamente giraste tu cuerpo hacía el de él con la mirada puesta en el suelo. En cuanto levantaste la cabeza le podías ver apoyado en el marco de la puerta de brazos cruzados mirándote. Al ver tu figura temblorosa y tus ojos llorosos, su rostro se suavizó.

-Lo siento bebé, pero...¿Por qué haces la maleta?- Su tono esta vez no estaba lleno de furia, sino estaba lleno de dolor. Él sabía lo que estabas haciendo, solo oraba que estuviera equivocado.

Cerraste los ojos con fuerza y te volviste hacia la maleta, terminando de colocar las cosas dentro de esta, incapaz de hacer contacto visual con él mientras prnunciabas las dolorosas palabras:

-Nate...me voy.-

Un suspiro se escapó de tus labios y podías sentir la mirada de él escaneando frenéticamente toda la habitación, intentado entender tus palabras.

-Pero yo...yo pensé que lo estábamos haciendo bien...quiero decir...yo no sabía que estabamos teniendo problemas.-

Eso bastó para voltearte a verle, ya no sentías culpa y la vergüenza. Lo único que podías sentir era la ira creciendo en tu interior.

-¿¡Me estás jodiendo, Nate?! ¡Casi ni hablamos! Duerno en la habitación de invitados ¡Dios! !Casi nunca estás en casa, imbécil!- Suspiraste haciendo una pausa para tratar de calmar tu ataque de ira y poder continuar en un tono más normal ya que miraste la cara de Nate y pudiste notar que estaba en estado de shock sin saber como responder a tu ataque de ira.

-Nate...sabes que te amo, pero esto...nostros...no está funcionando. Obviamente tenemos diferentes puntos de vista sobre lo que es una relación y aunque me duele hacer estp, me tengo que ir.- Afirmaste conteniendo tus lágrimas, escondiéndolas de la vista de Nate, por lo que volviste a acomodar las últimas cosas de la maleta, colocaste la correa sobre tu hombro y volviste a mirar a Nate quien todavía se encontraba en shock.

-Así que supongo que es hora de irme, volveré a por el resto de mis cosas un día que no este- y con eso empujaste a Nate quien no reaccionaba aún para poder salir de la habitación.

Hiciste tu camino por las escaleras, a medida que tu mano tocó el pomo de la puerta, sentiste una mano sujetandote del brazo. Te giras para poder mirar a Nate no queriendo hacer esto más duro de lo que ya es.

-_____...Por favor, por favor no te vayas...- Las lágrimas que caían de sus ojos sólo causaron que rompieras en llanto por milésima esta noche.

-Nate, tengo que hacerlo. No tiene sentido nuestra relación si continuamos de esta manera. Ya casi no te veo.-

-Nena, sé que he sido una mierda como novio, pero por favor, quédate. Cambiaré, te lo prometo, dejaré de salir por la noche, estaré contigo el mayor tiempo posible. Vamos a volver a la forma en la que solíamos ser...por favor, sólo una oportunidad más.- Estaba roto, las lágrimas corrían por sus mejillas.

Sabías que habían sido un par de semanas demasiado difíciles para él, el estrés del trabajo y todo, se estaba convirtiendo en demasiado, pero aún así ¿Y si él no cambia? Claro que lo amas, pero a medida que volvías tu mirada hacia la maleta recordabas los momentos de soledad y dolor que habías pasado, por no hablar de la cantidad de estrés que tenías últimamente. Durate un tiempo cuando la única persona que necesitabas era Nate, él no estaba allí, así que ¿Por qué deberías quedarte con él y ayudarle en su momento de necesidad? Ese tipo de relaciones no eran saludables.

En cuanto mirabas hacia sus ojos lagrimosos, tus lágrimas aumentaban.

-Estoy embarazada.- le murmuraste en silencio, rezando para que no te escuchara.

Sus cejas se fruncieron en una manera curiosa al momento en que paso la yema de su dedo pulgar para limpiar tus lágrimas.

-¿Qué acabas de decir, cariño? Dilo.-

Sacudiendo la cabeza sacaste su mano de tu cara. Tus ojos se posaron en el suelo, estudiando el piso de madera.

-Dije que estoy embarazada.- esta ves hablaste con más confianza, sabiendo que tal vez, ahora, él estaría de acuerdo con que te marchases.

ONE SHOOTS | old magcon |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora