- Cuéntame eso - hablas en tu móvil- ¡Tiene que venir a casa un día!- Saludas a Sam con la mano quien justo acaba de entrar por la puerta.- Me tengo que ir, Sammy acaba de llegar.- ríes.- Mañana hablamos, bye. - Finalizaste la llamada y te dirigiste a la cocina donde se encontraba Sam. Puedes divisar su figura en cuanto entras a la cocina, él está de espaldas colocando colocando dos bolsas encima de la encimera. Caminas hasta él envolviendo tus brazos alrededor de su cintura.
-Hola babe - le susurras mientras el gira la cabeza para darte un beso.- Mmh ¿Qué tal el día?
-Bien.- contesta con una sonrisa.- Hemos empezado una nueva canción- Se gira y te coge de la cintura y te sonríe.- seguro que te encanta-.
-Siempre me gustan tus canciones-.
-Traje pizza para los dos. Coge un par de platos.- gruñes respondiendo un está bien no queriendo desenredar tus brazos del cuello de Sam.
-Asi que...-Sam comienza a hablar mientras abre la caja de pizza y la pone encima de la mesa.- ¿Con quién hablabas por teléfono antes?-
-Con Mike.- Le contestas y de inmediato lo oyes resoplar y su tono de voz cambia a uno más serio.
-¿Y qué quiere.- Gruñe
-Hey.-lo miras- Espero que seas consciente de que es mi mejor amigo de quien estás hablando con ese tono.- le dices bromeando.
Él se vuelve hacia y por sus puños cerrados y su mandíbula tensa puedes darte cuenta de que está enfadado
-Sí y tambien soy consciente de que ese imbécil lo único que quiere es meterse en las bragas de mi novia.- Comienzas a reír y envuelves tus brazos alrededor del cuello de Sam de nuevo.
-Confía en mi, tengo más por lo que preocuparme de lo que tú deberías-
- Es que el está contigo todo el tiempo, sobre todo la última vez que estuvo en casa. Él es muy cariñoso contigo y siempre busca una excusa para tocarte.- Sam pega más tu cuerpo al suyo y gruñe- y no me gusta, tú eres mía.-
-Babe.- le sonríes- Por mucho que me guste el Sam celoso y posesivo como lo estás siendo en estos momentos, siento decirte que Mike coquetea más contigo que conmigo. Sam es gay.-
-Oh.- es todo lo que dice, y su expresión de sorpresa te hace reír mientras levantas un poco su rostro para dejar un beso en sus labios.- Me gusta este Sammy, sin embargo.- le guiñas y le pellizcas el trasero con diversión.- Voy a tener que esforzarme más para ponerte celoso entonces.-
