Alma:
Más tarde, mientras rondaba por el patio, sentí una mirada pesada sobre mí. Al voltear, vi a Jungkook dirigiéndose hacia la piscina. Me detuve un momento y lo observé detenidamente. Tenía que admitir que era un chico atractivo, con esos tatuajes que adornaban su piel y le daban un aire rebelde. Pero su actitud arrogante me molestaba.
Jungkook se percató de que lo estaba mirando y, sin perder tiempo, soltó:
—Sé que soy lindo, pero ni te atrevas a acercarte.
Levanté una ceja, sin poder evitar una sonrisa sarcástica.
—Qué egocéntrico —respondí.
Nos quedamos un momento en silencio, intercambiando miradas dominantes. No tenía intención de dejarme intimidar por él, y parecía que él tampoco iba a dar su brazo a torcer. Este sería otro día lleno de desafíos, pero estaba lista para enfrentarlos.
Mientras Jungkook se bañaba en la piscina, no dejaba de mirarme. Me incomodaba su mirada, pero también sentía una extraña atracción. Era un chico guapo, sin duda, pero su arrogancia me sacaba de quicio. Por mi parte, tampoco podía dejar de observarlo. Había algo en él que me intrigaba, algo que iba más allá de su apariencia. Tal vez era el desafío implícito en cada uno de sus gestos, en cada una de sus miradas.
Finalmente, Jungkook salió de la piscina y se dirigió hacia mí, con gotas de agua resbalando por su piel tatuada. Su mirada era intensa, casi desafiante. Me acerqué un poco más, sin apartar mis ojos de los suyos. No estaba dispuesta a ceder ni un centímetro de terreno.
—Si tienes algo que decirme, dímelo en la cara —dijo, señalándome con el dedo en el pecho.
Ese gesto me enfureció. No solo era arrogante, sino también condescendiente. Sin pensarlo dos veces, lo empujé con fuerza, haciendo que cayera al suelo. Me arrodillé sobre él, sujetándolo por el cuello con ambas manos.
—¿Quién te crees que eres para venir a apuntarme con el dedo? —le solté , apretando ligeramente—. Y encima enojado conmigo. Te equivocas, Jungkook.
Su mirada pasó de la sorpresa a la furia en un instante. Pero no aparté mis manos, manteniendo mi posición. Sabía que estaba arriesgándome, pero también sabía que no podía dejar que él me intimidara. Sentí su respiración agitada bajo mis manos, y por un momento, ambos quedamos inmóviles, mirándonos fijamente.
—¿Crees que esto te hará ganar mi respeto? —dijo con voz ronca.
—No me importa ganarme tu respeto, Jungkook —respondí, sin soltarlo—. Solo quiero que entiendas que no voy a dejarme pisotear por ti.
Nos quedamos así un momento más, con las respiraciones entrecortadas y las miradas fijas. Finalmente, aflojé mis manos y me levanté, mirándolo desde arriba. Jungkook se incorporó lentamente, sacudiéndose el polvo del suelo.
—Eres una chica valiente, Alma —dijo finalmente, con una media sonrisa—. Pero también un poco loca.
—Prefiero ser loca a ser arrogante —repliqué, cruzándome de brazos.
Él soltó una carcajada, una que resonó en todo el patio. Era la primera vez que lo veía reír así, y por un instante, su arrogancia pareció desvanecerse. Había algo genuino en su risa, algo que me hizo mirarlo de otra manera.
—Tal vez tengas razón —admitió, todavía sonriendo—. Tal vez seas justo lo que necesito para ponerme en mi lugar.
No esperaba esa respuesta, y por un momento, me quedé sin palabras. Jungkook se acercó un poco más, pero esta vez su mirada no era desafiante, sino curiosa.

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mi complice
FanfictionAlma una chica latinoamericana que le encanta asesinar debido que es mafiosa junto a su padre y por lo mismo la familia jeon pide que la familia de alma se fueran a corea y ahi conoce a jungkook el que se cree el más poderoso y el mejor mafioso desp...