mi complice

¿Que hice?

JUNGKOOK

Después de que Eunji se fue, me quedé un momento en la sala, dejando que el silencio invadiera el espacio. La situación era más complicada de lo que había anticipado. Alma no era una mujer común, y eso lo sabía bien.

En el mundo en el que nos movíamos, la debilidad no tenía cabida, y cualquier error podía costarnos caro. Lo que había pasado con Eunji no fue más que un intento de saciar un deseo pasajero, un momento que no significaba nada. Sin embargo, el que Alma reaccionara de esa forma me dejó desconcertado.

Alma no era de las que mostraban sus emociones. Era fría, calculadora, y siempre tenía un plan. No había nada que le interesara más que su poder y la manera en que lo utilizaba para mantener su posición en el bajo mundo. A lo largo de los años, había aprendido a no mostrar debilidad, a no permitir que nadie se acercara demasiado. Y sin embargo, ahí estaba yo, tratando de entender por qué le importaba lo que había pasado con Eunji.

Subí las escaleras hacia la habitación de Alma, sabiendo que esta confrontación sería complicada. Aunque compartíamos una alianza, nuestra relación estaba lejos de ser cordial. Nos tolerábamos porque nos necesitábamos en este juego de poder, pero eso no significaba que hubiera confianza entre nosotros. Era consciente de que Alma me veía más como un peón que como un aliado, alguien que podía manipular cuando le convenía.

Llegué a su puerta y golpeé, sabiendo que debía proceder con cautela. Ella era capaz de cualquier cosa si se sentía traicionada, y aunque lo que había hecho no era una traición directa, sabía que no lo tomaría a la ligera. La puerta se abrió, y ahí estaba ella, con esa mirada fría que podía hacer temblar a cualquiera. Pero no a mí. Había visto esa mirada antes, y sabía que detrás de esos ojos no había más que cálculo.

_Alma,comencé, manteniendo mi voz neutral, lo que pasó con Eunji no tiene importancia. Fue un error, un momento de debilidad. No significa nada.

_ ¿Debilidad? ¿Ahora estás admitiendo que eres débil, Jungkook?respondió, con una sonrisa gélida en sus labios. Sabes tan bien como yo que en nuestro mundo, la debilidad es mortal. Así que dime, ¿qué piensas hacer para arreglar esto?

_ No era debilidad hacia ella,corregí, sin perder la calma. Era un error, sí, pero uno que no afecta lo que hacemos aquí. Eunji no significa nada para mí, ni para nuestro trabajo. Y lo que pasó... ya está terminado.

Alma me miró fijamente, como si estuviera evaluando cada palabra que decía, buscando cualquier signo de mentira o inseguridad. Sabía que no iba a ser fácil convencerla, pero tampoco me iba a acobardar.

_ Está bien, Jungkook, dijo finalmente, aunque su tono seguía siendo cortante. Acepto tu disculpa, pero que te quede claro: no voy a tolerar que alguien intente provocarme, ni siquiera tu pequeña distracción. Si Eunji vuelve a cruzar la línea, lo pagarás tú también.

_ Lo entiendo,respondí, inclinando la cabeza ligeramente en señal de respeto. Y no volverá a suceder. Pero, Alma, tenemos que asegurarnos de que nada de esto afecte nuestro trabajo. Estamos en esto juntos, y lo último que necesitamos es distracciones.

_ Juntos, dices, murmuró, con una nota de burla en su voz. No te equivoques, Jungkook. Esta alianza es conveniente, nada más. No es que confíe en ti o que me importe lo que hagas en tu tiempo libre. Pero si algo de esto afecta en que perdamos y no supimos cuidar bien , seré yo quien te lo cobre, y no será con palabras.

Asentí, sabiendo que no había nada más que decir. Alma siempre es así, implacable y directa, y era una de las razones por las que la respetaba, aunque nuestra relación fuera tensa. Sabía que no debía subestimarla, porque detrás de esa fachada fría había una mente calculadora que siempre estaba un paso por delante.