mi complice

no me arrepentire

JUNGKOOK

Cuando Alma me volvió a besarme, todo en mi interior gritaba que esto estaba mal , cada parte de mi sabía que debía detenerlo. Habíamos construido una barrera entre nosotros que en este momento los estamos derrumbando , el odio que sentía por ella , la sensación de inferioridad que me provocaba se desvaneció.

La sensación de su cuerpo contra él mío , sus labios firmes y suaves al mismo tiempo , me nublaba la mente. En qué momento pasamos en que nuestras manos acostumbradas a empuñar armas y dar órdenes a que nos estemos acariciando nuestro cabello con esa suavidad que me desconcertaba.

Podía sentir el calor de su piel a través de la poca ropa que aún nos quedaba , y la necesidad de tenerla era casi insoportable , pero incluso en medio de este deseo , una pequeña voz de mi cabeza seguía repitiendo que esto no era correcto.

No se trataba solo de la situación, de que ambos estuviéramos borrachos y que mañana todo esto podría convertirse en un desastre. Se trataba de ella, de Alma. Sabía que no era el tipo de persona que se permitía este tipo de debilidad, y cuando todo esto terminara, me odiaría por haber cruzado esta línea. Pero, al mismo tiempo , yo también estaba al borde. No había forma de volver atrás.

Mis manos seguían moviéndose, recorriendo su espalda con una familiaridad que no había esperado , y mi boca seguía buscando a la suya . Atrapado en cada suspiro , cada jadeo que escapaba de su labio. Era como si estuviéramos atrapados en algo mucho más grande que nosotros. Sabía que debía detenerme , sabía que al día siguiente las cosas serian mucho mas complicada, pero no podía hacerlo.

_ "Jungkook, no te detengas", susurro Alma contra mis labios, rompiendo el silencio. Su voz era suave,pero cargada de una determinación que me desarmó por completo. "No lo hagas, no en este punto. Demuéstrame que esas manos no solo saben correr sangre. Demuestrame otra parte de ti. No me arrepentire".

Sus palabras fueron como un desafío directo. Ella sabía exactamente qué decir para derribar cualquier resistencia que me quedaba. Había algo en la manera que me lo pedía , en cómo me miraba, que me hizo perder por completo cualquier noción de autocontrol. Quería creerle , quería pensar que mañana no se arrepentiría, pero incluso si lo hacía, en ese momento no podía detenerme. No quería detenerme.

La miré directamente a los ojos, esos ojos que siempre habían sido tan fríos, tan impenetrables. Ahora, por primera vez, vi algo más. Había una vulnerabilidad en Alma que nunca antes había visto, y eso me descoloco. Nunca pensé que podía verla así, tan abierta, tan dispuesta a entregarse de esta manera. Y ese pensamiento, esa imagen, rompió cualquier muro que quedara en mi.

Mis manos comenzaron a desabrochar lentamente su camisa, y sentí como su respiración se aceleraba, igual que la mía. Podía sentir la tensión en su cuerpo, la expectativa en sus movimientos. Sabía que, a pesar de todo lo que había pasado entre nosotros, Alma también estaba cruzando una línea, permitiéndose ser vulnerable, y de alguna manera eso hacia que este momento fuera aún más real , más intenso. No había marcha atrás.

Cuando finalmente le quité la camisa, mis manos se detuvieron un segundo, como si mi cuerpo aun intentará aferrarse a alguna última resistencia. Pero sus palabras seguían resonando en mi mente. "No me arrepentire." Me obligue a creerle, a dejarme llevar por lo que estaba pasando. Por una vez, no quería pensar en lo que vendría después, en las consecuencias, en lo que esto significaría para nosotros. Solo quería sentir.

Mis manos recorriendo su cintura mientras la acercaba más a mi, y su piel ardía bajo mi toque. No quedaba espacio entre nosotros, y el latido de mi corazón era lo único que podía escuchar. Me incliné hacia ella, besándola de nuevo, esta vez con más intensidad , como si ese beso pudiera sellar cualquier duda que aún tuviera.