CUIDANDO A UN BEBÉ

136 19 4
                                    

Pasaron los meses y durante ese transcurso te encariñaste con tu paciente Charlie. Se a vuelto uno de tus pacientes más cercanos ya que entre ustedes han podido entablar conversaciones muy amenas sobre la vida del contrario. Por el momento no haz revelado más de lo que deberías ya que recuerdas que el sigue siendo tu paciente y no querías que Charlie sepa que quien lo está tratando quiquiatriatricamente también padece de problemas del pasado.

En cuanto a Charles no ha sido muy agradable de tu parte, solo le devolviste el abrigo y pensaste en no volver a tener contacto en esa persona que por alguna razón te daba vibras de tener cuidado con lo que tenías que decir frente a su presencia.

Me encuentro en el hospital rumbo a otra cita con Charlie, pero antes me encuentro con Elda, teniendo un bebé en manos y con desesperación, busca contacto visual de alguien que la pueda auxiliar.

—¡Tú!— Dijo Elda. — Necesito por favor que cuides a mi sobrina, ¡te lo imploro, ayúdame a cuidarla!—

—Calma, calma, ¿que ocurrió?—

—Mi hermano, padre de mi sobrino, está en conflicto con su esposa y hoy ninguno de ellos está dispuesto a cuidar del pequeño.—

—¿Y tú?— Crucé los brazos. —Y tú, ¿que excusa vas a usar para no cuidar de tu sobrino?— Alcé una ceja.

—Mamá tuvo un infarto.— Dijo Elda. —Creo que no soporta la noticia de que su hijo tenga que separarse. Tengo que verla en la ciudad vecina, y por eso te lo pido... Cuídalo solo 3 días... Tengo que atender a mi mamá o sino mi sobrino no tendrá abuela!— Me entrega el bebé y una pañalera con prisas y se va. — ¡Gracias, te reconpensaré!— Escuché a lo lejos.

—Ni siquiera dije si lo cuidaría...— Dijiste con el bebé en brazos. Volteaste a mirar el rostro del bebé y este te sonríe. —Ay pequeñito, bienvenido al mundo cruel.—

Avanzaste con el bebé rumbo a tu consultorio para dar terapia a Charlie. Al parecer por el encuentro de tu amiga te atrasaste 5 min.

—Lamento la demora.— Entraste y colocaste el bebé en una mejor posición para sentarte con él en tu escritorio, poco después tu asistente te entrega una taza de café y la bebes.

—¿Disculpa _____, es tú  hijo?— Dijo el mayor adelantandose a lo que tú dirías; aún sabiendo de qué no era tuyo, preguntó para ver cómo sería tu reacción. —Es muy lindo, como su mamá.—

Te atragantarse del café que bebías. —No, no es mi hijo... Agradezco bastante el cumplido, pero hoy lo tendremos en la sesión por que es un favor que le hice a una colega. Espero que no te moleste, Charlie.—

—Para nada.— Dijo el mayor.

Comenzaron con la sesión pero Charlie no prestaba la suficiente atención a los ejercicios de su terapeuta. Lo único que enfocaba su concentración, fué ver como te visualizaba siendo la madre de sus hijos.  Tan solo con verse juntos, el juraría que lograría el formar una familia feliz contigo después de mirarte preparar un biberón de leche para el pequeño.

"Si me lo permites, puedo ser el mejor padre para tus hijos. Les prepararía todos los días un momento asombroso y seríamos solo tú,  yo y nuestros pequeños. Te amo ______..." Fue algo que pensó Charlie, y que por ahora no se atrevería a decírtelo, hasta que tome suficiente confianza para enfrentarte, cara a cara en un momento especial.

Fin del capítulo.
_______________________________

Sé que fue corto, pero me gustó la idea de implementar la presencia de un bebé para que Charlie se proyecte un futuro contigo.

We Love You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora