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VIOLENCIA Y MENTIRAS

Buenos días, tardes o noches. Lo prometido es deuda y les traigo cap nuevo.  Apenas me recompuse de un terrible periodo de exámenes a tal punto que dormía 8 horas a la semana. Bueno; lo mismo de siempre, cualquier falta de ortografía que se me haya escapado una vez publicado el capítulo,  será corregida y muchas gracias al promedio de 10 personas que siempre votan cada que subo. Este cap será muy largo, espero les guste.

INICIO DEL CAPÍTULO.
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Pasaron las días desde aquel incidente, y cumpliendo tu objetivo con el establecimiento para Charlie, lo decides invitar.

Ambos se encontraban una vez más en tu consultorio médico apunto de finalizar su sesión, conforme avanzavan siempre motivavas al mayor de 1.93 cm para iniciar una conversación (en cuanto a confianza social hablamos).

"Aunque esté progresando con su terapia, siento que algo falta."

Efectivamente,  Charlie nunca mencionó que tenía TID - Transtorno de Identidad Disociativo, es decir, su doble personalidad. Jamás y nunca querrá que sepas al respecto pese a que fueras un profesional de la salud dedicado a ver esos contextos. El piensa firmemente que si se presenta  con ese cuadro clínico, fácilmente lo descartarías como una persona "normal", y que fue mejor su decisión en simplemente dejar su ansiedad a tu saber.

"Aún no es el momento, o quizás, jamás será el momento."

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Me encuentro sentada frente a él. Cómo me pone nerviosa... Pensé.
—¿Qué te parece si salimos esta tarde? Queda pendiente mi disculpa por no asistir contigo a la cafetería.— dije algo intrigada por la respuesta del contrario. —Yo de verdad no pude estar porque tenía mucho trabajo. — junté ambas manos entrelazandolas sobre el escritorio.

—Me encantaría. — Dijo animosamente.

Caminaron bastante para entrar al elevador que los llevaría a la planta baja del hospital, antes de entablar una nueva conversación, entró otro Doctor al cubículo, estabas muy concentrada en no mostrar nerviosismo frente a tu paciente que no lo percataste.

Aquel doctor presente era tu amigo Alejandro, asechando las expresiones de Charlie para investigar a fondo sus interacciones a solas, pretendía hacerlo enojar, bueno, saber si se pondría celoso al interactuar contigo y comprobar si lo que sientes por tu paciente fuera conrrespondido, el pensó en un plan para su compañera, conocía gran parte de lo que tenías, y sabía perfectamente que la característica general de los pacientes con autismo es que suelen ser MUY sensibles, al sonido, al tacto y a la visión. También sabía que te enfadarías con el, pero su necesidad por averiguar si el sentimiento de Charlie mutuo por ti, era más grande.

De su bata médica sacó sus manos y tapó tus ojos, ligeramente brincaste del susto.

—¿Quién soy?— Dijo Alejandro esperando a que adivinaras.

—Alejandro.— dijiste mientras sientes como quita lentamente sus manos de tu vista.

—Ven aquí y dale un abrazo a tu amigo.— Dijo alejandro con los brazos abiertos que fueron correspondidos por tí.

Tenía bastante tiempo que no lograbas verlo en el hospital,  de cierta forma sí se extrañaban. Durante el abrazo, los dos se mesian lentamente de un lado a otro, al mismo tiempo que se tallaron la espalda del contrario con la finalidad de relajar los músculos después de tanto estrés que conocían uno del otro.