FOTOS SUBIDAS DE TONO

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Nota de la autora:
Lamento mucho la demora, he tenido que ir en contra de mi voluntad a fiestas familiares y pues eran en los días que tenía destinado crear los capítulos de la historia. 😔
De nuevo no creo subir en la siguiente semana porque inicio mi periodo de exámenes, haré lo mejor posible por crear un espacio para el siguiente capítulo. 

Lo lamento por las posibles faltas de ortografía. Una ves que las encuentro, las corrijo. ( de verdad es que antes de publicar leo el capítulo como 500 veces y aún así encuentro las palabras mal escritas...)

INICIO DEL CAPÍTULO
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Dentro de tu mundo siempre optabas por encerrarte en una habitación psiquiátrica del hospital, cambiando sus paredes acolchonadas por gigantes pizarrones de piso a techo, iluminados por una pequeña luz en el centro para ver bien y anotar fórmulas sobre la creación de los medicamentos de tus pacientes, sí, dichos fármacos eran personalizados exclusivamente por tí.

El punto de este relato es que la pequeña Doctora dedicaba de una forma poco saludable para su sueño estar muy enfocada en la ciencia de la mente humana, necesitaba descansar de dicho estrés pero de alguna forma lo tomaba como un calmante, después de todo ella padecía del síndrome del trabajador, es decir, una persona que a trabajado tanto, por tantos años, normalmente tiende a sentirse inútil en sus tiempos libres.

Se esperaría de una persona que se ha jubilado, pero tu apenas tienes 21 años y ya no te era suficiente desvelarse por más de 24 horas, necesitabas más tiempo para estudiar, como si de una dependencia se tratara, (prácticamente...).

"¿Y si... heroína?" Ni siquiera formaste una oración completa por miedo a la sustancia. Hablando de una de las drogas más adictivas para el hombre, con eso no se puede jugar, pero a la vez, era tanta tu desesperación por querer sentir algo más que no fuese abrumacion. Sabes perfectamente que además genera mucha dopamina pero algo dentro de tí decía que no valía la pena.

"Tampoco estoy tan deplorable" pensaste.

Terminaste el resultado de tu ecuación en la pizarra y tapaste el plumón que tenías en mano para dejarlo a un lado.

Necesitabas sacar una conclusión contigo con respecto a tu salud mental, eso es seguro.

"Transtorno espectro autista en mujeres... Depresión juvenil... Síndrome del trabajador..."

Intentabas fugazmente terapiarte en base a tus conocimientos médicos y así buscar soluciones, por un lado  pensabas en ello pero por otro pensabas que era mejor idea ir con un psiquiatra que no fueras tú.

Antes de querer sacar una conclusión fuiste interrumpida por la puerta del lugar, siendo fuertemente abierta y sin haber sido tocada previamente para dejar pasar a la persona del otro lado.

Cerraste los ojos por reflejo a la luz que iluminaba el exterior y quejaste el cambio tan repentino de ello.

—¿Tienes libre hoy?— Preguntó curiosamente Elda.

—¿Qué quieres? Y ¿Porqué no tocaste la puerta?— dijiste algo molesta por su acción. —Sabes que tengo mis ojos sensibles, ¿Porqué crees que los tengo color morados? Toda mi melanina (lo que en teoría protege a los ojos de la iluminación) no está... —

—Ay que grosera...— Dijo Elda. —Primero; que lindas tus pupilas moraditas,  segundo; la belleza de tus ojos cuesta cariño y tercero; te preguntaba si estabas libre porque tengo planeado ir contigo a una sesión de fotos—

—¿Qué clase de fotos? Por favor se más específica.— Dijiste más calmada.

—Una sesión de fotos para modelaje, chica, habrán camarógrafos dedicados a buscar nuestros mejores ángulos para capturarlos y subirlos a la revista "top gril model"— dio tu compañera con cierto entusiasmo — A demás, no me gusta verte aquí encerrada... pareces una de aquí...—

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